Tempus

Uno, dos, tres, cuatro, cinco... Los segundos pasan y llega la hora exacta. Empiezan a sonar los cuartos, las medias, las campanadas de un número concreto. Suenan ó hablan? Estate atenta, se dirige a ti. Eres su objetivo principal, quieres escucharle?

Una vez que tiene tu atención, los sonidos se vuelven letras que se transforman en palabras y cuyo significado comienzas a entender:

Podría haberte hablado ayer, antesdeayer pero he elegido el día de hoy para hacerlo. Este momento es tan válido como otro cualquiera y no es imprescindible que coincida con el del resto de las personas. Has pensado en mañana, en dentro de un mes, en el próximo año? Quieres que sea igual que el año pasado, que hace dos años, que hace diez años? En tu mano está el trazar un plan a seguir. No lo pienses, simplemente elabora unos objetivos y ejecútalos. Nadie ha dicho que te resultara fácil pero la recompensa merece la pena. Las excusas no me sirven y a ti tampoco. No dejes que el segundero diluya tus iniciativas, que los demás piensen sobre lo mejor que es para ti. Si es necesario, rebélate; tendrás más beneficios que pérdidas y lo sabes. Dentro de un año te visitaré de nuevo y comprobaré si seguiste mis consignas ó el cambio necesario no se produjo en tu mente, pues es en ella donde primero ha de calar mi mensaje. Ahora, ahora... sigo con mi ineludible trabajo.

Y yo, yo mientras tanto, me quedo pensando y analizando cada frase que ha tenido a bien decirme: Sí, decidido, lo haré.

Y tú, también lo harás?