domingo, 21 de diciembre de 2008

El rincón

La mayoría de las personas pensamos que, a medida que vamos añadiendo números a nuestra vida, éstos son suficientes para decir que lo sabemos todo ó casi todo. Hoy me fijo en ti y pienso: somos un grano de arena en este desierto en el que nos encontramos. Hace siglos que estas aquí, gracias al sudor de muchos hombres te erigiste en testigo del paso del tiempo.

Has recogido mis pasos de niña pequeña y traviesa, me has cuidado, has estado atento y vigilante, viendo cómo crecía y cómo me transformaba en la persona que ahora soy. Tengo tantos recuerdos transcurridos en tu interior: los concursos para saber quién escalaba una de tus paredes en menos tiempo; esos escalones que de tanto uso son muy resbaladizos y teníamos que pegar nuestras manos a tus paredes para no ir cabeza abajo; esos momentos entre ella y yo, mirando sus labios rosados, sus ojos azules, su pelo rubio, la indecisión de la beso ahora ó le dejo que siga hablando?; las tardes de tormenta viendo desde tu atalaya los relámpagos refulgir furiosos y poderosos; la captura de un murciélago y probar que, efectivamente, sabía fumar; las reuniones de verano hablando con los amigos y observando las estrellas tumbados en tu suelo; el asomarse más de lo debido sabiendo que un mínimo descuido significaba caer y una muerte segura; los ratos solitarios donde me refugiabas para poder pensar tranquilamente; y tantas otras cosas...

Historia tienes, mucha y variada; porque de la misma forma que me has observado a mí, también has visto los pasos de un infante antes de convertirse en rey, los andares de un niño antes de ser conocido como santo en la actualidad, la vigilancia de los hombres ante la posible llegada de los moros en su interés por conquistar nuevas tierras...

Y hoy, hoy te están lavando la cara, restañando tus heridas del paso del tiempo, acicalándote e intentando que te volvamos a ver en todo tu esplendor como en el inicio de tu vida. Yo me iré pero tú seguirás y escribirás en nuevas hojas en blanco la vida de estos seres llamados humanos cuya vida consideran muy importante dentro de la historia de este planeta y no como conjunto sino como la individualidad en la que están sumergidos.

He tenido suerte por conocerte, por poder disfrutar de ti y porque siempre estarás en mi recuerdo; y no hará falta que te vea con la imagen nueva, te prefiero como antes, con las imperfecciones ocasionadas por el paso del tiempo y con tus heridas de guerra que demuestran que yo nada soy comparada contigo.

8 comentarios:

MI HISTORIA... dijo...

Nos gusta así como lo hemos conocido y lo amamos tal como es con lo bueno y lo malo.
No es así cómo nos gustaría que nos amaran a nosotr@s.
Un beso
NH

MI HISTORIA... dijo...

Ayyyyy que me falta la ???? después de nosotr@s.

helen dijo...

al menos sigue en pie... los humanos han borrado prácticamente todas las huellas de mi infancia... prácticamente todo lo que yo recorría de niña ya no existe...
besiños

Arrítmica dijo...

estooooo queee.... sere necia pero... a que rincon te refieres?

Ripley dijo...

Cuanto más vivo y aprendo, sé que sé más, pero también soy más y más consciente de todo lo que no sé. Lo aprendido me sirve para no cometer errores, lo que aún me queda por aprender....es lo que aún me queda por descubrir. Feliz domingo

Anónimo dijo...

Una vez leí:
"Blanco. Como una hoja de papel, como el marfil sin tallar, todo es de color blanco cuando empieza la historia."

Es hermoso rellenar esas hojas pero más que no se borren con el tiempo.

Besos.

Anubis dijo...

NH: Es tan dificil amar sin condicionamientos...

Helen: Somos de naturaleza destructora y no aprendemos nunca... Bico

Arrítimica: Es mi rincón, donde voy a estar conmigo misma...

Ripley: Siempre tendremos cosas que aprender pero somos nosotros quienes decidimos si queremos saber más o nos quedamos anclados en un punto.

Kibo: Hay dias en los que pienso que no he conseguido rellenar ni una sola hoja en blanco... Besos

Anónimo dijo...

Sublime, es un texto magnífico...que rincón más bueno he disfrutado.
S.C