miércoles, 5 de noviembre de 2008

Simplemente

Lo necesito, lo noto, lo siento. Ese nudo en la garganta, ese aire que no me llega a los pulmones, esas ganas de gritar para que salga todo y vuelva a ser yo. Me recorre el cuerpo esta sensación tan conocida por mí. Tengo que dejar que salga. Espero que sólo me dure un día pero desconozco su duración. Llevo demasiado tiempo fuera de la concha, es tiempo de volver a casa. Pensar pero sobretodo, desfogarme; dejar que salga todo afuera. Fisicamente lo haré esta tarde, intelectualmente lo estoy haciendo de esta manera. Todo esto se resume en no hablar con nadie, no pensar en nadie, estar conmigo misma.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias.

Anónimo dijo...

ay, yo también tengo esos momentos.

Anónimo dijo...

Me lo hizo saber un personaje, ya no sé de qué libro:

"Cuando el mundo me ignora, yo recurro a mi sombra. Los projimíos y los projituyos, los prójimos en fin, me buscan en su olvido, pero allí no me encuentran, porque estoy en mí mismo, en mi olvido de veras.
Ya no sé ni mi nombre: ¿para qué?, ¿para quiénes?.
Cuando el mundo me ignora, yo a mi vez, a mi turno, también ignoro al mundo.
La vida pasa afuera y el corazón me dice que yo paso en mi adentro y sólo así puedo juzgarme sin compasión malsana. Si me culpo o me absuelvo, sólo me importa a mí. La desmemoria va conmigo.
Por suerte no hay espejo; hace ya muchos años que no lo necesito. Yo bien sé cómo soy.
Que desperdicio."

Mario Benedetti.

De caparazón a caparazón, una caricia

guada dijo...

preciosa reflexión, y precioso comentario de luna, me ha encantado, pero mira que la memoria es persistente, eh
un beso

Anubis dijo...

Guada: Ese día en concreto, tenía la cabeza revolucionada.