Sentido en la frase

Hasta hace poco tiempo no le había dado importancia quizás sí, una mínima, en la entonación de las palabras que decimos oralmente. Escuchas a la otra persona hablando, dialogando contigo y te unes a ese intercambio de opiniones sin llegar a ver más allá de lo que estrictamente la otra persona te quiere comunicar.

Cuando tu relación con tu gente la haces a través de internet, utilizando únicamente las palabras escritas es donde comienzas a darte cuenta de aquello que ha existido siempre pero que, en su cotidianidad pasa desapercibida. Qué importante es la entonación, qué importante es el giro que damos a la hora de pronunciar una palabra.

Este pensamiento viene a mí a raíz de que en un par de días voy leyendo frases que según cómo te las tomes pueden decirte una cosa u otra. El entendimiento negativo es el primero que te viene a la cabeza con una continuación de alternativas hasta llegar a la frase inocente, sin motivo oculto y sin querer decir más de lo que dice.

Por lo general te levantas de buen humor, de muy buen humor y te lo tomas de tal forma aún cuando una vena negativa atraviesa tu cerebro y da una respuesta rápida, concisa y adecuada al entendimiento oscuro y desfavorable de lo leido. Respiras, te das cuenta de lo que has pensado y te empiezas a reir de las contestaciones tan abyectas que en un segundo eres capaz de pensar. Y es que como dice la siguiente frase: si te muerdes la lengua te envenenas. Es tan fácil irte por el lado malo de todo que tienes que aprender a redirigir tus pensamientos hacia la naturalidad, bondad e ingenuidad de lo dicho pues aún cuando ciertamente, hay personas que se expresan de forma malévola, por lo general gana más la buena gente que la mala.

Suelo pensar bien de la gente con la que hablo pero también reconozco que en el momento que se me dice una frase con muy malas intenciones, digamos que la reacción no se hace esperar y que como mínimo estará a la altura sino sobrepasando aquel intento de tocarte las narices por el simple hecho de que les apetece meterse contigo. Siento desilusionar, siento defraudar. Nunca pongo la otra mejilla, no me busques porque me encontrarás. Y las reclamaciones al maestro armero.

Como está sonando un poquito duro solamente diré que es una reflexión y que nadie se ha metido conmigo porque en ese caso podrían suceder dos cosas: ó lo explicado anteriormente ó que pase de ti como de la ...