Cuando se tiene la mente ociosa, ésta nos lleva a fijarnos en aspectos de la vida que damos por hecho, que pensamos que es así porque desde siempre lo hemos visto de esa manera. Por las noches, en la soledad de esas horas y cuando el sueño no viene a reparar nuestro cuerpo es cuando te fijas en este tipo de detalles.
Comienzas pensando que quién sería el que hizo las normas que rigen nuestros horarios. Si investigara un poco seguramente ó no, descubriría el organizador pero aparte de este hecho te enredas en la trascendencia de sus actos que no sólo te afectan a tí sino, a toda la humanidad. Los días están compuestos de veinticuatro horas pero por qué ese número, no sería mejor veinte ó treinta? Si seguimos por esa linea: sesenta minutos, sesenta segundos... quizás debería ser cien minutos y cien segundos. Números más redondos y cuyo uso parece más lógico. Aparte está el hecho de los meses, cada uno tiene un número de días distinto, coincidiendo alguno que otro pero por qué febrero está discriminado? por qué no igualamos enero, febrero y marzo?
Las preguntas se van acumulando, la noche sigue avanzando, el sueño no llega. A partir de ahora las horas de descanso, con suerte se reducirán a cuatro ó cinco. Tendré que empezar a plantearme otro tipo de temas en mi cabeza porque el de esta noche sé que no va a cambiar pero quién sabe si en medio de la oscuridad y el silencio haya algo que me haga ver con claridad otro tipo de cuestiones que hasta la fecha no le había prestado la atención.
Comienzas pensando que quién sería el que hizo las normas que rigen nuestros horarios. Si investigara un poco seguramente ó no, descubriría el organizador pero aparte de este hecho te enredas en la trascendencia de sus actos que no sólo te afectan a tí sino, a toda la humanidad. Los días están compuestos de veinticuatro horas pero por qué ese número, no sería mejor veinte ó treinta? Si seguimos por esa linea: sesenta minutos, sesenta segundos... quizás debería ser cien minutos y cien segundos. Números más redondos y cuyo uso parece más lógico. Aparte está el hecho de los meses, cada uno tiene un número de días distinto, coincidiendo alguno que otro pero por qué febrero está discriminado? por qué no igualamos enero, febrero y marzo?
Las preguntas se van acumulando, la noche sigue avanzando, el sueño no llega. A partir de ahora las horas de descanso, con suerte se reducirán a cuatro ó cinco. Tendré que empezar a plantearme otro tipo de temas en mi cabeza porque el de esta noche sé que no va a cambiar pero quién sabe si en medio de la oscuridad y el silencio haya algo que me haga ver con claridad otro tipo de cuestiones que hasta la fecha no le había prestado la atención.