jueves, 9 de octubre de 2008

La bifurcación

Tendría que salir. Había estado escondido demasiado tiempo. El día empezaba a declinar y, para peor suerte, las gotas de una llovizna persistente seguían ahí. El refugio tenía muchas comodidades para haberlo encontrado de casualidad pero uno de los inconvenientes era la facilidad con que el agua entraba y se quedaba allí, haciendo remanso.

No era idiota, sabía que era provisional, que el lugar más seguro estaba a cincuenta metros de distancia; es decir, unas tres horas de duro y arduo camino. Miró el cielo, se dió por vencido; comenzaría la caminata ahora mismo. Debía tener en cuenta que si lo retrasaba mucho la noche se le echaría encima. Empezó a arrastrarse hacia la salida fijándose y vigilando a su alrededor. Su mundo estaba lleno de peligros y lo último que necesitaba era ser un ingenuo y pensar que, a pesar del tiempo, sus enemigos no estarían al acecho.

Sus progenitores ya le habían aconsejado:"cuando estés muy cansado y desesperado, recuerda que el mejor sitio donde puedas estar y recuperarte son las cuevas del lince. Estará oscuro, seco y con suficiente comida y bebida para que no necesites salir al exterior poniendo en peligro tu vida".

Le habían estado persiguiendo desde el amanecer pero él había sido más listo y, por ahora, podía reirse de sus intentonas desesperadas. Pero el momento más delicado había llegado y decidió jugarselo todo. Una vez visto que no había peligro comenzó la andadura. Poco a poco se iba animando y cada vez veía más cerca el objetivo. Estaba siendo duro, nunca imaginó que una distancia tan corta se le haría tan larga. Entonces lo vió, estaba allí, plantado desde no se sabe cuánto tiempo y una idea empezó a rondarle por la cabeza: "si me subo allí, me ahorraré seguir gastando mis energias y tendré la posibilidad de ser yo quién les controle a ellos". No lo dudo más y se encaminó hacia el anciano árbol. Gracias a las grietas producidas en su tronco como consecuencia de sus años vividos, la ascensión estaba resultando muy fácil.

Llegó a una rama frondosa y consideró que sería el lugar ideal para pasar la noche. Empezó a acomodarse una cama donde estar caliente y abrigado. De repente oyó un sonido: "ssssssssssssss..." Sólo le dió tiempo a girar su cabeza hacia el lugar de donde provenía.

- Uhmm, qué buen aperitivo para la cena de esta noche - dijo el colibrí una vez engullido el pobre gusano.


Nunca huyas del Destino. Él siempre te estará esperando allá donde vayas.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

El destino no existe. Todo en esta vida es casualidad, incluida la muerte.

Anubis dijo...

Nómada: Las etiquetas son sólo eso. Tú lo llamas casualidad, yo destino. El final es el mismo.

Tanais dijo...

Pobre gusanito, tanto para nada...

Hace unos meses habría asegurado que el destino existe...hoy por hoy creo que somos nosotros mismos los que lo vamos construyendo...a veces sale bien...otras muchas sale mal...

Las casualidades...me gustaría pensar que todo pasa por algo pero...ya no me engaño, hay cosas que pasan xq sí...sin más.

Anónimo dijo...

¿Por qué no hablamos del colibrí? Cantando, cantando... tan contento porque tuvo comida...

Anónimo dijo...

Destino es una palabra demasiado grande, como una chaqueta de la que se nos quedan las mangas colgando. A mí me gustan (prefiero) las casualidades. Ya te enseñaré una cación que lo demuestra :-)

Anubis dijo...

Comentario general: haciendo una encuesta he visto que el 75% de las respuestas me habeis dicho que en el primer post me estaba dirigiendo a una mujer de carne y hueso; ya os vale!.....jejejejej

La conclusión que saco es que me lo voy a pasar muy bien porque yo escribiré sobre algo en concreto y vuestros comentarios irán dirigidos hacia otra dirección. Será muy divertido.

Al final os diré de qué se trata que no soy tan mala persona....

Anubis dijo...

Tanais: pues el gusanito tuvo una muerte rápida y seguro que no se dió cuenta de nada.

Nosotros hacemos y elegimos el camino que nos lleva a nuestro destino; en eso si tenemos poder de decisión.

Anubis dijo...

María: siempre viendo el lado positivo de todo, eh? Si, nadie piensa en él; todos se compadecen del gusano sin pensar que el colibrí también necesita su alimento.

Anubis dijo...

Nómada: Tendré que hacerme una lista de tus canciones que todavía tengo dos pendientes y a ese ritmo no te voy a alcanzar....