viernes, 10 de octubre de 2008

Incoherencias habituales

Tu paso por este mundo acabo hace relativamente poco tiempo. Por tu trabajo te pudimos ver y disfrutar de tus actuaciones. Hasta ahora tus peliculas ya se consideraban viejas, antiguas. Pero eso sí, una vez muerto todo el mundo se acordó de ti y de ellas. Fue casualidad pero una semana antes te estuve viendo en "El golpe" y como siempre me encantó tu personaje y el de tus compañeros. Esa inteligencia mostrada a pequeñas ráfagas, esa sonrisa de medio lado sin mostrar las cartas pero sabiendo que habías sido más listo que ellos.

Lo que sucedió el pasado fin de semana es típico. Dos canales de televisión programando peliculas en su estilo habitual de rellenar esos dos días festivos. Y qué decidieron hacer? Entre las dos nos recordaron ¡diez peliculas!. Una detrás de la otra. Cambio de canal y tú ahí, esta vez distinto pero siempre con esa forma tuya de meterte en los personajes.

Te traicioné, lo siento. Yo no puedo verte así. No me gusta. Quiero paladear cada imagen, cada palabra, cada acción que llevas a cabo. Y así, no. Apagué el televisor y me fui. Había otros intereses en mi mente. Te veré, por supuesto. Pero una a una, con distancia entre ellas para admirar cada intervención tuya.

El colmo de la ironía fue cuando por la noche encendí el dichoso aparato y me pudo la curiosidad. Puse los canales y casi me muero de la risa. Qué peliculas echaban? La misma, con una diferencia de un segundo entre ellas. Ya sé que "La gata sobre el tejado de zinc" es extraordinaria pero tanta casualidad... También pude comprobar el presupuesto de ambos canales porque mientras en uno la imagen era la original en la otra, le habían hecho un lavado de cara. En este último canal se que te podré volver a ver porque se dedican a ello pero, por eso mismo, soy más critica con ellos. Deberían haberte dedicado una programación a tu altura; no sé, una pelicula ó un par tuyas a lo largo de un mes? por ejemplo. Esa idea habría sido bastante mejor que el hecho de pasar una detrás de otra sin una politica consensuada.

Por último, decirles a estas cadenas que los empachos los decido yo. Que soy yo quién decide cómo, cuándo, dónde y con quién quiero llenarme hasta hartar; que los atracones no hacen daño cuando eres tú misma la que dice en qué momento los quieres.

5 comentarios:

Tanais dijo...

Me alegra leer un post tuyo sin dobles sentidos...o si que los hay? q luego te tengo q pedir la traducción jajajajaja

Como te he dicho antes...solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena...

Anónimo dijo...

No entiendo nada de cine... pero "te" entiendo.

Tanais dijo...

Yo ya te he dicho la única manera en que te puedo pagar... :P

Anónimo dijo...

Tanais: y lo que te entretengo cuándo no sabes de qué hablo? Encima que hago que te olvides por un rato de las oposiciones... Tendré que volver a la rutina.

Anónimo dijo...

Maria: Menos mal que "me" entiendes porque hay conversaciones que no tienen entendimiento...