martes, 31 de marzo de 2009

Carta para ti

Acabas de irte; pronto, demasiado pronto. No sé cómo empezar, no sé qué decirte ó más bien tengo tantas cosas que escribirte que no puedo empezar por una en concreto. Los recuerdos se me juntan en la cabeza y las lágrimas me empiezan a salir. Es dificil, sabes que no sé llorar, que nunca he podido llorar pero tengo que intentar que salgan; me duele demasiado, tengo que dejar que salga el dolor, es la única forma de salir adelante y no quedarme en mitad del camino recordando una y otra vez este momento.

Pasé la noche contigo y volví a casa a dormir aunque era lo último en lo que estaba pensando; pensé que tendríamos algo más de tiempo pero sonó el teléfono y "vente", cogí el coche y me presenté en diez minutos pero ya te habías ido. No me lo quisieron decir para que no tuviera problemas en el camino pero llegué y te ví, dormidita, descansando por fín. Te besé una y otra vez pero estaba tranquila, no te dejamos sufrir y pudiste irte serena y en paz. Sabes? el enano también se dió cuenta, también lo supo. En el instante que te fuiste empezó a llorar y no dejó de hacerlo hasta que volví a casa y nos vió al primo y a mí; no sabíamos por lo que había pasado porque él siempre es cariñoso cuando nos ve entrar por la puerta pero nos lo contó el vecino, que trató de calmarle pero que sólo hacia que llorar y llorar.

Si hubieras visto cuánta gente fue a despedirse de ti. Siempre he estado orgullosa y siempre lo estaré porque fuiste la mejor hija, la mejor hermana y la mejor madre pero con el resto de la gente eras igual, si estaba en tu mano, ayudabas en lo que podías, intentabas hacer lo que fuera por los demás y la última persona en quien pensabas era en ti. Hasta el último momento andabas pensando en los demás y te tenía que echar la "bronca" porque no parabas y ante todo estabas tú, pero daba igual, siempre fuiste generosa y todos tus días del primero al último fueron así.

Nunca he sido una persona ni de abrazos ni de besos pero desde aquel día volvimos a la rutina que teníamos cuando era pequeña: beso de buenas noches. Aunque lo modifiqué y ese beso nocturno se convirtió además en beso de buenos días, en abrazo mañanero y en una sonrisa de oreja a oreja para empezar bien el día. Últimamente aprovechaba cualquier despiste tuyo, lo tenía fácil, con la excusa de darle envidia al enano a la que no te fijabas empezaba a abrazarte y hacerte carantoñas, luego sólo tenía que decirte que era para que vieras cómo se ponía en medio el enano porque claro, tú eras suya y no podía soportar ver que me acercara a ti. A él también le daba mimos pero en el fondo necesitaba tus abrazos y tus besos porque sabía que no tenía tanto tiempo para poder sentirte cerca de mí.

Recuerdos inundan mi mente. Mi cumpleaños siempre estará ahí. Venías a mi habitación y empezabas a tirarme de las orejas; me dabas dos besos y me decías: " Taitantos añazos (siempre uno más de los que cumplía), yo a tu edad ya había esto y esto y lo otro". Luego me seguías diciendo: " a estas horas ya te había tenido y me estaba desayunando un chocolate". O cuando me fui de casa y al cabo de los meses me decías que tenías la puerta de mi habitación cerrada porque no soportabas verla allí vacía sin mí y que te hacía llorar ver que ya no estaba en casa. O la sorpresa que te llevaste aquel día de la madre que estabas en el pueblo y le dije a papa que te dejara mi regalo debajo de la almohada y al llamarte me dijiste: "perrona más que perrona pero mira que eres..." Normal, yo no solía hacerte regalos en esas fechas pero aquel día sabía que te haría ilusión.

No sé a quién le gustaba más si a ti ó a mí cuando me hacías las chaquetas, las camisas y los chalecos y me encantaba ponérmelo. Recuerdo aquella camisa que me hiciste donde no había que tener mucha imaginación para saber cómo era el cuerpo que cubría porque se llevaban aquel verano y como me conocías tan bien sabías que me la pondría sin importarme si se veía o se dejaba de ver. Y el tema cocina? Siempre me dijiste que si pusiera atención lo haría muy bien pero no lo hacía porque podía llamarte por teléfono en cualquier momento y decirte lo he hecho así y asi pero me falta algo, qué es? Siempre dabas en el clavo. Claro que al final he aprendido y cuando te iban a ver y te decían que les había gustado mucho lo que acababan de comer, te ponías muy contenta porque tú me habías enseñado y estabas segura que lo haría casi igual que tú.

Según tú soy la fuerte, la dura de la familia pero realmente ésa eras tú. Aunque mi hermano siempre fue tu hijo "preferido", yo era tu "niña", te daba igual los años que fuera cumpliendo para ti siempre sería la pequeña, la persona en quien te apoyabas, en quien confiabas que estaría y tenías razón pero me cuesta un mundo estar ahora sin ti. Te llevo dentro, en mi corazón. Sé que ahora estás mejor, estás al lado de los abuelos, que el abuelo cuida de ti y que algún día, si Dios quiere, volveremos a reunirnos.

Sé que estás palabras no las dijiste tú pero también sé que son lo que querrías decirnos si pudieras:

"Gracias por todo. Os deseo que seáis felices hasta que nos encontremos de nuevo aquí, en el cielo eterno.

No tengáis miedo a morir cuando os llegue el momento. Aquí no hay dolor, ni llanto, ni soledad. Aquí todo es salud, alegría, paz y felicidad para siempre.

No os entristezcáis. Yo me adelanto un poco. No os olvidaré. Hasta muy pronto. Os amaré desde el cielo.

Seré el ángel invisible de la familia."

Te quiero mama.

jueves, 26 de marzo de 2009

Tarea

Una personajilla de este mundo me ha mandado un ejercicio como trabajo para casa. Lo extraño es que le vaya a hacer caso y esté haciéndolo ahora mismo, porque también me mandó leer un par de libros que me envió y por ahí andan, perdidos en el ordenador e intentando llamar mi atención porque sí, son interesantes pero mi tiempo libre me lo robó a mí misma y lo dedico a otros menesteres. La cuestión es que debo escribir sobre mí, en un post que no me llevará más de diez minutos (esta mujer no tiene sentido del tiempo...) y sin pensar sobre lo que escribo. Y esto último si que es difícil, no pensar yo lo que escribo? no darle vueltas a la idea que tengo en la cabeza? Ya te digo niña, los milagros a Lourdes...

Esta maestrilla de tres al cuarto piensa que aún fuera de las aulas sigue dando clases y de ahí que le resulte tan fácil mandarme deberes con la confianza plena de que los voy a hacer. Ejem, seguramente será la única vez que te haga caso pero en fin, ya me lo cobraré de alguna otra manera. Todo esto surgió porque me he dado cuenta ó mejor dicho, me están comentando como me ven las demás a través del blog y bueno, lo fácil es decir que yo no soy así, que no es mi realidad, que soy bastante diferente a lo que cuatro post puedan hacer ver a la gente y que me sorprendo una y otra vez cuando personas distintas llegan a la misma conclusión.

La persona con la que más hablo y a la que le he contado mi vida sabe cómo soy, me conoce más que nadie y también me ha comentado varias veces la visión que se tiene de mí. El hecho de que hablemos de multitud de temas hace que esa opinión de las demás quede diluida como una gota de agua en el océano pero a veces se da la circunstancia que uno ó dos días seguidos haya otras personas que me lo recuerden también. Porque que te envíen un mail como contestación a uno tuyo (contestación al primero que escribió esa persona) y que te digan que están gratamente sorprendidas de recibir mail tuyo y añadiendo "con todas las fans que tendrás" te deja como mínimo pensativa y haciéndote reflexionar sobre el hecho de que qué se pensarán las personas para que tengan una idea así.

Luego te viene la listilla de turno y te empieza a decir lo mismo, que le parezco interesante a la gente, que si no me agregan al messenguer es porque les doy respeto y entonces vamos mal, muy mal. Por qué? porque yo sí que no agrego a nadie porque pienso que me estoy metiendo donde no me llaman, que a saber qué pensarán de mi cogiéndome esas confianzas, y así preguntas hasta el infinito. Y es cuando la otra comienza a darte consejos: que ponga fotos de mujeres desnudas... (je, y la estética dónde queda eh?); y ya cuando se pone seria y te suelta: si pusieras en el blog esa parte que yo veo aquí de la chica simpática "aunque gallega insoportable a veces" creo que muchas se animarían a conocerte mejor. Pero será jod... (ya le gustaría ya...jejejejj), pero qué se ha pensado "la sudaca ésta tocapel... de las narices". Ahí ya le digo que yo eso no lo sé hacer, que yo podré ser así hablando con ella ó con cualquier otra persona pero que transmitir eso en el blog sí que lo veo bastante difícil.

Resumiendo: que yo de cultureta ó hiperculta tengo bien poquito; reservada sí lo soy, pero es que si lo soy en la vida diaria por aqui es normal que también lo sea; interesante? ummmm, como todas las personas me figuro; cachonda mental? claroooo, pero mi vergüenza torera hace que sólo lo muestre en petit comité; de risa garantizada? sip, que me estoy planteando el hecho de cobrar porque no puede ser tanta carcajada a mi costa...; demonio vestida de angel? por supuesto, que sólo tengo que pensar en que llevan una semana llamándome "pequeña" una persona que tiene diez años más que yo porque se figuraba que tenía diez años menos de los que tengo por mi "cara bonita" y si fuera la primera persona que me lo hace sí que me sorprendería pero cuando enseñas dos fotos tuyas en las que ha pasado esa década y aún así te siguen diciendo que no has cambiado nada será porque toda tu vida serás una chavalina y te podrás aprovechar de ello...

P.d. - Tus diez minutos han sido en realidad cuarenta y cinco de los mios, a ver si empezamos a ajustar el reloj...

lunes, 23 de marzo de 2009

Media hora

Sabes la hora que es, sabes la hora a la que has quedado pero no tienes prisa. Las últimas veces siempre fuiste a la cita en punto y tuviste que andar esperando a que llegaran de comer. Si cuando llamas pides a primera hora es porque serás la primera ó una de las primeras en ser atendida y no andarás perdiendo el tiempo esperando a tu turno. Aunque deberías haber ido hace mes y medio, tu vida se ha confabulado contra ti y por fín, hoy y ahora has encontrado ese ratillo que necesitas para desembarazarte de una parte de ti.

Llegas a y cinco, entras y la ves sentada, leyendo una revista y esperándote. Ya es mala suerte, para una vez que lo haces a propósito, ella ha llegado a su hora. Claro que, mirándolo por otra parte, hacía mucho tiempo que no estabas con ella, siempre te tocaba él y aunque a ti te dé lo mismo, a tu jefa no, ella prefiere que sea la chica quien ande entre tus cabellos. Te sientas, te coloca la toalla e intentas no hacer lo que te pasa siempre: ese hormigueo en los ojos, esa necesidad de cerrarlos, esa sensación tan agradable al notar sus manos dándote un masaje. Empiezas a pensar en cincuenta cosas, intentas mordisquearte la mejilla por dentro; es difícil, si un día normal ya te cuesta, después de una semana donde tus biorritmos no saben si vas o vienes, lo más lógico es que te termines durmiendo.

Por fín acaba, ahora falta la extracción de la humedad con secador y peine; siempre que voy me quedo pensando qué tipo de artilugio utilizan para ello e intento ver cómo es pero hoy ni me lo he planteado, seguía disfrutando de esos momentos. Final del proceso y cambio de silla para empezar el verdadero trabajo. Deberías decirle que sólo tres dedos porque es de sobra conocida la enfermedad genética que sufren todos los de su profesión que hace que aunque tú les digas una cifra, al pasar por el conducto auditivo ésta se transforme en una cifra más alta asi por arte de magia. Como andas alelada le dices que cuatro e intentas rectificar pero es imposible, ya lo ha oído y deberás atenerte a las consecuencias.

Comienza a darte cháchara e intentas seguirle la conversación porque aún cuando nunca te ha gustado entablar un diálogo en ese momento, tienes educación y hablais de todo un poco, también de aquello que no te apetece decir pero debes hacerlo para que entienda parte del mensaje. Te enteras que tu pelo regenera muy bien y menudo alivio... claro, algo ya te suponías porque no es normal que durante todos los días del año andes donando cabellos como si nada y aún así, sigas teniendo una cantidad considerable.

Mientras tanto, intentas pasar las páginas de la revista pero es que te aburren soberanamente; como has llegado la primera no te ha dado tiempo a inspeccionar el material y has cogido la primera que había a mano. Fotos y reportajes de personas que ni me interesan ni me dicen nada. Pero una buena noticia, ya ha terminado. Te dice que te quedes relajadita todo lo que quieras pero no puedes, no debes: primero porque al final terminarás de quedarte dormida y segundo, porque tiempo es precisamente lo que no tienes. Te levantas con una desgana considerable, pagas, sales a la calle y miras la hora: treinta minutos, bien administrados y bien aprovechados.

jueves, 19 de marzo de 2009

Un segundo, un minuto

Qué es la vida? Nos hemos parado a pensar lo que significan estas cuatro letras unidas entre sí? Cuando nacemos nuestro cuerpo y nuestra mente está en crecimiento, esta cuestión nos queda lejos. En la adolescencia, tenemos las hormonas en plena revolución y tampoco es el momento adecuado. Por fín, entramos a esa edad donde empezamos ó intentamos, por lo menos, entrar en esa etapa de madurez donde nuestra máxima aspiración es encontrar acomodo en la sociedad.

De pequeños somos felices porque no hay ningún tipo de obligación, los días son una sucesión de horas para disfrutar de todo lo que nos rodea. Llegados esos años donde nos toca ir solos, aprender a andar sin una mano donde apoyarse; ahí es cuando deberíamos parar por un instante y reflexionar.

Nos despertamos por la mañana y renegamos porque suena el despertado demasiado pronto. Salimos a la calle y torcemos el morro porque es de noche, porque está lloviznando ó porque simplemente está nublado. Nos cripan los nervios el conductor que nos ha tocado delante nuestro. Vamos en el autobús ó en el metro y la gente que tenemos al lado sólo hace que molestar con sus conversaciones, sus posturitas, su música nada agradable. En el trabajo tenemos que andar soportando la tonteria de una, el peloteo de la otra, los dimes y diretes que se suceden un día sí y otro también. Vuelta a casa y la misma situación: un vecino que entra al portal como los burros en la cuadra, saludar y educación para él son palabras que no existen en su vocabulario; otro que te saluda y no te mira a la cara no, te hace un registro visual de arriba a abajo intentando averigüar lo que llevas ó dejas de llevar; otro vecino que le da igual la hora que sea porque él tiene todo el derecho del mundo a hacer lo que le dé la gana y por supuesto ni se te ocurra hacer a ti ni una décima parte de lo que hace él porque hasta ahí podíamos llegar.

Te cansas de siempre lo mismo. Te mosqueas, te enfadas, nada de lo que haces sirve para nada. Al final siempre suceden las mismas discusiones con idéntico final. Y así, un día tras otro sin excepción y sin que las cosas varíen por mucho que lo intentes.

Sabes lo que te digo? Disfrútalo, aprovecha cada momento del día. Si, claro, despotrica contra todo y contra todos pero un segundo, un minuto y luego olvídalo. Piensa que es magnífico que puedas sentirte así pero hemos venido aqui para ser felices con lo bueno y lo malo; pues si únicamente tuvieramos partes buenas no seríamos lo suficientemente capaces de apreciar, entender y valorar como corresponde a cada instante de nuestra vida.

Algunas personas saben lo que hay detrás de este post, detrás de estas palabras pero no quiero que os quedeis con esa parte que yo no enseño en el blog. Quiero que el mensaje que intento enviar con palabras os llegue porque está bien que alguna vez lo tengamos en mente porque lo más sencillo es olvidarlo y no tenerlo en cuenta:

Estás aquí no se sabe cómo, desconoces porque fuiste la elegida para venir a este mundo, tampoco sabes cuál es el propósito de tu vida, ni sabes lo que hubo antes y tampoco lo que habrá después; pero haz que este período entre esos dos instantes sea útil, agradable y feliz para ti y para los demás que te rodean. Vive la vida, aprovéchala, no pierdes el tiempo en banalidades. Siente cada segundo que pasa y sal a la calle con una sonrisa porque todos los días son increíbles y sólo hay que pararse una milésima en el tiempo y te darás cuenta de la suerte que has tenido por poder disfrutar de la vida.

lunes, 16 de marzo de 2009

Genialidad en las manos




Este día hace unos cuantos años nació un hombre que hizo que mis ratos de ocio fueron más alegres, divertidos y amenos. Aunque por edad ya debería llevar jubilado unos cuantos años estoy segura que cada día que se levanta tiene la rutina de sentarse delante de un folio y plasmar con la genialidad que le caracteriza todo aquello que una mente inquieta como la suya sabe transmitir desde hace décadas.

Aunque ya no esté de moda leerlos, aunque pasando de una edad se piense que ya no debemos leer este tipo de libros, es algo que en absoluto me importa. Si hay oportunidad de que llegue a mis manos algo suyo y aunque lo haya leido y me sepa la historia de memoria es superior a mi: tengo que pasar mis ojos por cada linea, cada trazo, cada palabra que él muy sabiamente escribió.

Gracias por esos momentos y porque contigo y muchos otros como tú, conseguí aprender a leer aún cuando se supone que eso me lo enseñarían en la escuela.


domingo, 15 de marzo de 2009

Aquellas personas

Qué tienen en común:

- La relación entre la cantidad de abejas macho y abejas hembra en un panal.
- La disposición de los pétalos de las flores.
- La distribución de las hojas en un tallo.
- La relación entre las nervaduras de las hojas de los árboles.
- La relación entre el grosor de las ramas principales y el tronco, ó entre las ramas principales y las secundarias.
- La distancia entre las espirales de una piña.
- La relación entre las espiras del interior espiralado de cualquier caracol. (incluido porque le hará gracia a una ó dos que yo me sé).
- La relación entre la altura de un ser humano y la altura de su ombligo.
- La relación entre la distancia del hombro a los dedos y la distancia de los codos a los dedos.
- La relación entre la altura de la cadera y la altura de la rodilla.
- La relación entre el diámetro de la boca y el de la nariz.
- La relación entre el diámetro externo de los ojos y la línea inter-pupilar.
- La relación en la forma de la Gran Pirámide de Gizeh.
- El cuadro Leda atómica de Salvador Dalí.
- La ubicación de las efes en los violines.
- La relación entre altura y ancho de los objetos y personas que aparecen en los cuadros de Miguel Angel, Durero y Leonardo Da Vinci.
- Las relaciones entre articulaciones en el hombre de Vitruvio y en otras obras de Leonardo Da Vinci.
- En las estructuras formales de las sonatas de Mozart, en la Quinta Sinfonía de Beethoven, en obras de Schubert y Debussý.

Y podríamos seguir así hasta el infinito. Si has llegado hasta aquí y no has abandonado de puro aburrimiento te diré que lo que tienen en común es la inteligencia de unos hombres que pese a la dificultad de la época en que vivieron, pues no existían los adelantos de los que hoy nos podemos aprovechar, nos dieron la base para que tengamos una visión de este mundo un poco más entendible para nuestras mentes y que gracias a ellos hayamos avanzado en cuestiones de ciencia y tecnología y en definitiva en todos los apartados de la vida pues toda ella está basada en las matemáticas aunque no lo veamos a simple vista.

Los mayas nos hicieron el gran regalo de demostrar que todos los puntos enumerados anteriormente tienen en común la Divina Proporción ó Razón Áurea ó Número Dorado ó Número Áureo... es decir en el número 1,618033 que posee muchas propiedades interesantes y que hace que se le atribuya un carácter estético especial a cuyos objetos siguen este principio númerico.

Está visto que cuando existe inteligencia todo se puede llevar a cabo, que por muchos impedimentos que surjan en la búsqueda de soluciones siempre habrá alguien que consiga saltar ó derribar los obstáculos para darnos a los demás la oportunidad de desarrollar nuestra vida cotidiana aunque nunca nos paremos a pensar cómo es que podemos hacer lo que hacemos.

viernes, 13 de marzo de 2009

En punto

Hay costumbres y costumbres, aunque has quedado a una hora determinada no lo puedes remediar y apareces con cinco minutos de antelación. Como hace poco tiempo has estado con él ya sabes que no será puntual por mucho que te digan. La otra vez te dio tiempo a calcular cuanta sería la espera, ya que teniendo la mente libre de obligaciones comenzaste a hacer cálculos matemáticos con distintas variables y circunstancias.

El tiempo pasa y pasa, los segundos se transforman en minutos que pasan lentamente sin signo de aparición por su parte. La música no te llama, la radio es puro aburrimiento y la cabeza empieza otra vez a calcular mostrando resultados varios y apostando sobre a qué hora se presentará. Lo más cercano al optimismo te invita a pensar que dentro de media hora, tres cuartos asomará su cabecita pero cuando el reloj te indica que ha traspasado dicha frontera te empiezas a desesperar. La paciencia la tienes de tu lado pero ésta tiene un límite muy determinado que consigue que empieces a acordarte de mucha gente.

Al fín, setenta y cinco minutos después le ves y ya se te olvida todo. Sus palabras de principio son de perdón y de dar excusas pero eso ya te da igual. Le entiendes perfectamente y los motivos de su retraso aunque no te lo contara serían igual de válidos y consecuentes con él. Hace poco que le conoces pero estás a gusto en su compañía; hablais tranquilamente, riéndoos de situaciones inverosimiles que os suceden y no te das cuenta pero los minutos no llevan el mismo ritmo que cuando te tocó esperarle. Te enteras de cómo se apellida y una luz se enciende en tu cerebro: "Uy, yo tenía una compañera que se llamaba igual". Le empiezas a mirar de otra forma y pones más atención. Recuerdas que tu compañera tenía dos hermanas y un hermano más. Y la realidad es que sí se parecen. Le pregunto ó me quedo con la duda? Bueno ya me enteraré el próximo día que no es cuestión de saberlo todo de principio. Además el hecho de ser hombre significa que mejor que no le hagas hacer dos cosas a la vez porque indefectiblemente tendrá que repetir una de ellas porque se equivocará sin querer.

Te tienes que despedir dándote cuenta que ha valido la pena la espera, cosa inhabitual por tu forma de ser ya que si hay algo que no aguantas es la impuntualidad. El hecho de llegar tarde en sí no te molesta realmente pero cuando esta forma de actuar se convierte en costumbre, donde no hay excusa posible pues sabes que lo único que pasa realmente es que les da igual a la hora que queden contigo porque hacen lo que les da la gana; ahí sí que no admites que se pasen ni medio pelo. Es decir, que si ya sabes cómo eres tú y como soy yo mejor que vayas quedando una hora más tarde aunque en tu mente lo hagas antes porque será la mejor forma de que no haya malentendidos.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Claridad

Estás tumbada en la cama despierta desde hace unos minutos, ves cómo los dígitos van cambiando lentamente, sin prisa, esperando a que llegue el momento en el que el click del radio-despertador dando paso a los sonidos y las palabras te diga que ya es la hora, que tu tiempo en estado de reposo ha terminado. Das la luz, te levantas y te vistes, abres la ventana y subes la persiana. No te habías dado cuenta, no había puesto atención pero este día te fijas y notas que algo ha cambiado. La oscuridad del exterior ha desaparecido y en su lugar la claridad se ha adueñado de esas horas matinales.

Sales a la calle dispuesta a disfrutar del paseo, en primera instancia, la caminata es el resultado de que el enano pueda estirar las patas y espabilar de una noche de sueño pero la realidad es que se ha convertido en una necesidad tanto física como mental para ti, porque sin ese recorrido notarías que te falta algo, que el día no transcurre como debería ser. A cada paso que das te vas fijando en que hay muchas cosas que han cambiado. Todas esas personas con las que te cruzas, dónde estaban hace apenas un par de meses? Cuando teníamos que orientarnos con la luz de las farolas, el camino era un desierto, nadie se aventuraba por las calles, todo era silencio, quietud, calma.

Ahora ves a una madre con su hija esperando en una esquina de tu edificio; un hombre, dos, tres caminando en dirección al trabajo; unos chavales con la mochila al hombre, medio dormidos e intentando dar la impresión de mayores pues entre sus dedos se localiza el humo de un cigarrillo. Es más fácil observarles, mirar sus caras y ver que todo ellos tienen algo en común: están tranquilos, casi alegres teniendo en cuenta la hora que es, pero el factor determinante por el que han variado su estado de ánimo es uno al que no se le da importancia y que es simplemente que las horas solares van ganando terreno a las horas nocturnas.

Se produce un hecho curioso. Cuando te cruzas con el compañero habitual de juegos del enano, ellos se quedan enredando, jugando, desfogándose, corriendo e intentando dominar el uno al otro. Las dueñas nos intercambiamos un saludo de cortesía pues ya se sabe que si andas tú sola por la calle no se te ocurre saludar a nadie con el que te cruzas pero es tener un animalejo de cuatro patas al que vigilar y automáticamente, todo aquel con el que te encuentras estando en la misma situación te dirá hola ó buenos dias. Pero este día es diferente, ya lo notaste nada más despertar. Por tanto, el saludo va más allá de las cuatro palabras habituales; comienza a hablarte, a contarte la última travesura del mimado de la casa y ahí, tienes que ponerle atención. El hecho de llevar el mp4 a un volumen bastante alto significa que cuando ella te comenta lo mal que está la reproducción de los berberechos, tú le contestas que este año no es bueno para los cerezos pues necesitan más sol y calor y al ver la cara de poema que se le dibuja es cuando decides apagarlo y tener una conversación en condiciones.

Viendo cómo nos afecta la luz solar y habiendo tenido que habituarnos a atrasar el reloj el último domingo de octubre, por qué no nos adelantan la hora el primer ó segundo domingo de marzo y no el último como hasta ahora? Tantos estudios que hacen sobre el ahorro energético justificando estos cambios, se debería también tener en cuenta el efecto positivo sobre nuestro cuerpo pero sobretodo en nuestra mente levantarnos por la mañana y ver cómo amanece, cómo la oscuridad da paso a los primeros rayos de sol.


domingo, 8 de marzo de 2009

La estela del nombre

Una vez venimos a este mundo nos ponen la primera etiqueta, es más ya ha sido pensada con dias, semanas e incluso meses de antelación. A medida que vamos creciendo y nuestro cerebro desarrollándose nos damos cuenta que respondemos a lo que nos han impuesto, descubrimos que no sólo el nombre designado forma parte de nosotros sino que los apellidos son igual de importantes.

En este país hace relativamente poco tiempo, unos tres siglos si no recuerdo mal que la regla que se sigue es aquella de colocar detrás del nombre el apellido del padre primero y el de la madre después. Formato que debería ser revisado ó que me gustaría que fuera de otra forma ya que si nos paramos a pensar lo más lógico sería situar el apellido de la madre por delante de el del padre. Tu madre siempre sabrás quién es, la cuestión del padre es más peliaguado. Generalmente y en la gran mayoría de los casos, el que dice ser el progenitor lo es pero siempre habrá un pequeño porcentaje donde esa afirmación sea incierta.

Además hay que tener en cuenta que para conocer a tus antepasados, la dificultad en encontrarlos estriba fundamentalmente en la variación de los apellidos. En el caso de heredar los de la madre esa linea matriarcal sería infinitamente más sencillo encontrarlos, consiguiendo adentrarse en unos origenes que hoy por hoy, más allá de la cuarta ó quinta generación se pierden.

Hay paises que siguen esta linea de pensamiento como puede ser Brasil y otros que no le dan la más mínima importancia al apellido, considerando natural que cuando se casan dos personas es normal que la esposa ponga detrás de su nombre el apellido del marido, ninguneando hasta el que ha sido en ese momento el suyo. En caso de divorcio puede mantener esa situación sin ningún problema. Estas mujeres creo que les da igual lo que conlleva ir cambiando alegremente su etiqueta y para ellas el pasado de su sangre les es indiferente.

A mí me hubiera gustado bucear en la historia de mi familia y poder llegar hasta lo más lejos posible, conociendo a grandes rasgos su vida, su forma de adaptarse a la época y las decisiones que fueron tomadas y que gracias a ellas yo soy lo que soy. Lo más probable es que descienda de judios ó moros ó quien sabe si de cristianos pero saber, saber... el interés por el pasado y las ganas de dejar algo de mí para el futuro, eso jamás lo perderé.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Instantes

Y la vida sigue, los días se suceden uno detrás de otro, dándote cuenta que no ha variado especialmente aún cuando pensaras que sería así. Al principio te da vueltas la cabeza, piensas y piensas trazando planes y esquemas a llevar a cabo; lo que ayer me parecía bien, hoy no es tan evidente y mañana lo descartas por ser una incoherencia total.

Entras al mundo de internet que has tenido medio abandonado por falta de ganas y desidia total y empiezas a leer blogs y las vidas y experiencias de las personas. Comienzas a leer un post y te fijas en un detalle que seguramente la persona que lo escribió no le ha dado importancia pero que para ti sí la tiene porque estás sensible con el tema. Continuas con otro post y luego otro y otro y al cuarto, ahí está de nuevo una referencia a lo mismo.

Haces recuento mentalmente y en un par de días, te das cuenta que hay cinco ó seis blogs que por razones que sólo ellas saben y que no tienen nada que ver contigo te llegan al interior porque ya es casualidad que hablen sobre un tema tan relacionado contigo. El hecho de que viva las veinticuatro horas con ello en la mente supone que todo lo que pasa a mi alrededor sea un aditamento a la situación.

Siempre me quedo con las ganas de dejarles comentarios pero si ya de por sí me cuesta comentar de temas triviales, esto todavía lo hace más dificil y complicado. Que por qué? Simplemente porque eso significaría que conocerían algo de mí, de mi vida y si en algo soy experta es en no abrirme con la gente, en no mostrar cómo soy y sólo dejo ver una mínima parte del conjunto. Aunque les diría tantas cosas, tantas, que se resumirían en sólo una pero para ello tendría que mostrarme y ahora mismo no es algo que vaya a hacer fácilmente.

A aquellas que han conseguido pasar esa barrera luego les es más sencillo entenderme, comenzar a conocer, a comprender mis reacciones, a ver que como todo el mundo tengo un corazón que late y un cuerpo que rezuma sentimientos. Esta semana no fue buena y allí estuvieron. Una llamada telefónica donde se habló y donde hubo un "cambiemos de tema" porque la emoción se estaba instalando en la garganta y sabía que si continuaba, no permitiría que ni una palabra saliera del cuerpo. Un mensaje al móvil cuando menos se espera que consigue traspasar el muro que estabas volviendo a rehacer. Una conversación con una pregunta directa que te deja pensativa sin saber cómo reaccionar y que hace que te abras con esa persona que hasta el momento había sido compañera de risas. Un estoy aquí, silba y me tendrás. Un intercambio de "para lo que necesites" aún cuando ni la una ni la otra se conocen más que mínimamente. Un mail con dos frases pero que lo dicen todo.

Hay situaciones que tienes que pasar tú sola pero eso no significa que no estés acompañada. Las gracias las doy pero siempre considero que se quedan cortas. Las horas pasan y siento que están todas detrás, en especial dos: cada una por distinto motivo pero que siempre consiguen que una sonrisa se instale en mi cara. Como simple anécdota contaré que una de ellas esta mañana me ha llamado calzonazos por hacer caso a la otra y yo he protestado claro está, aunque muy bajito y riéndome porque sé que tiene razón y porque me encanta hacer caso a la otra.

Este es un post que habla sobre mí, mínimamente, con pinceladas suaves e inusuales, poco frecuente pero que de vez en cuando viene bien para dejar por escrito aquello que oralmente se desvanece en el mismo momento en que los sonidos se dispersan por este mundo en el que vivimos.

lunes, 2 de marzo de 2009

Los hilos de la caja

Aunque sólo existe una caja, ésta tiene dentro de sí varios hilos que intentan tejer una tela de araña que sea cómoda, confortable, cálida y amena. Es la premisa que a primera vista se puede observar pero cuando ahondamos en dicha interpretación vemos que no cumple ninguna de estas características y lo que es peor, no tienen ninguna intención de trabajar para que se produzca esta situación.

En tiempos pasados y no tan lejanos, sólo existía un canal donde echar un vistazo para poder pasar un rato. Ni siquiera funcionaba durante todo el día, empezó con un horario muy limitado debido a que todo comienzo es arduo y complicado de llevar a cabo. Poco a poco se fue cogiendo experiencia y ampliando las horas de emisión, añadiendo un segundo canal a dicha caja. La programación era interesante, entretenida e incluso didáctica.

Hoy por hoy, tenemos diversidad de cadenas de televisión pero para qué nos sirven? En vez de competir para llevarse una audiencia por lo que nos pueden enseñar, divertir y traspasar la frontera del vidrio, lo único que hacen es estructurar su programación en base a cuanto peor, más rastrero y sucio, mejor les irá. Yo no sé hasta qué punto están preocupados por la deserción de las personas a la hora de elegirles pero deberían empezar a planteárselo seriamente. Se supone que en un periodo corto de tiempo, se van a incorporar más canales y por tanto, más oportunidades a la hora de elegir por parte de los telespectadores.

Es una pena que un fin de semana cualquiera enciendas el televisor y lo tengas que apagar porque es horrible lo que están dando; nada te interesa, nada consigue entretener tu mente y hacerte pasar un rato agradable. La única lectura positiva que sacas de ésto es que terminas leyendo un libro, navegando por internet curioseando y aprendiendo, pasando más tiempo con tu gente y en cuanto empiece a hacer mejor tiempo, saliendo al exterior para disfrutar de la vida.

El formato que tenía hasta hoy la caja tonta se está muriendo, esperemos que por una buena causa y que su transformación sirva para que se convierta en un complemento más y no un refugio de las personas para no tener que relacionarse entre sí.