domingo, 14 de junio de 2009

Inconexiones coherentes

Andas aburrida sin saber qué hacer, no te apetece teclear delante de una pantalla, los canales de televisión son pésimos ni siquiera los específicos de documentales, películas ó deportivos echan nada que merezca la pena ver. Te fijas en la hora y piensas, bueno treinta minutos más y te vas a la cama a escuchar La Rosa de los Vientos. Hace tanto tiempo que no lo oyes que ya ni recuerdas la sintonía de inicio.

Te acuestas y un momento después de poner la radio, apagas la luz, cierras los ojos y...te quedas dormida. A las cinco horas escasas de sueño te despiertas con la sensación de que ya vale por esa noche, que no necesitas más y comienzas a recordar: otro programa que te pierdes pues aunque puedes escucharlo cuando quieras por internet, no es lo mismo. Tienes el cuerpo despierto y la mente en proceso de ello haciendo que te ronde por la cabeza todo lo que se te viene encima, tantas cosas que tienes pensado hacer y tantas cosas que no estás haciendo. El cerebro no para de hablar pero no sabes cómo, te vuelves a dormir.

Pasa otra hora y vuelves a la consciencia pero esta vez bastante diferente a cómo fue la anterior. Tu cuerpo te reclama, te duele el estómago y vuelta a las andadas. Se supone que si estás durmiendo no tienes ninguna preocupación, ningún nervio pero da igual, esas reglas no se respetan y el resultado es el estómago hecho polvo. Aparte empiezas a recordar lo que has soñado durante esos sesenta minutos y ya ni te extraña que andes así.

Rememoras en imágenes la infructuosa conversación que tu padre quiere tener contigo para solucionar papeles antes de que llegue el día clave. No os podeis entender porque en la habitación de al lado hay dos hombres hablando a voz en grito sobre la venta de la casa de al lado y por mucho que te acerques a tu padre, no le escuchas nada. Del tema de conversación de esos dos te enteras porque viene una chica que está a un metro de ti y te deja una nota donde te lo explica y no te habla porque sabe que no la vas a oir. Das un salto en el sueño y apareces al lado de un hombre que se dedica a comer mujeres e incluso dentro de esta situación te quedas pensando qué haces tú al lado de éste...

La explicación del sueño es bastante sencilla: Tengo que hablar con mi padre pero por ahora mejor no. La venta de la casa viene relacionado porque mis vecinos de abajo lo han vendido y llevan un mes haciendo obras en él. Y el canibal, bueno quiero escribir un post sobre este hombre ya que ví un documental sobre él bastante interesante.

En resumen que después de una noche así y teniendo mi estómago del revés, hoy toca pasarme el día arrastrándome de la cama al sofá y viceversa. Quiero que pase hoy, ya!!

3 comentarios:

wildwildreally dijo...

ufff vaya sueño, cuidate el estómago!!

cris dijo...

Pues si que tienes el estómago chunguillo, niña. Por eso has tenido esos sueños tan raros. Mejórate, besucos.

^lunatika que entiende^ dijo...

jolín...
Bueno, ya se está acabando el día... Espero que esta noche no te torturen los sueños ;)

Un beso.