martes, 23 de junio de 2009

El primer día, mañana.

Pasan los días uno detrás de otro sin pararte a fijarte en ellos pero por supuesto, el primer día llega. Y es mañana. No te apetece mucho, no te apetece nada. Este año ni piensas en este día ni en el tuyo ni en el del otro.

Recuerdo hace muchos años que en un día como éste coincidieron mi examen de Sociología con la celebración. Tenía fijada la hora para las cinco de la tarde, era tipo test y más valía que contestaras a todas las preguntas porque te daba igual: si contestabas mal ó no contestabas te restaban puntos. Era el último examen del curso y ya estaba cansada por lo que realmente me daba lo mismo si aprobaba ó no, por lo que a la hora de la comida no puse miramientos en nada.

En un recuento de las gotas de alcohol que recorrían mi cuerpo puedo hacer una lista tal que así:
- de primero mi vermut claro, el aperitivo no se podía tomar a palo seco.
- con la comida, vino de la tierra por supuesto, una botella y... entre dos podría decirse porque la jefa se mojaba apenas los labios.
- de postre mi cava; si, el mío, que tenía que ser uno determinado.
- y de contrapostre el whisky que me echaba en el postre alimenticio, es decir, en una tarta adecuada para ello.

Durante toda la comida la conversación derivaba por derroteros de toda índole incluyendo los sutiles comentarios de mi madre cuando se llegaba a la hora del cava: Mírala, pero qué borrachuza que eres... A lo que yo le respondía con una argumentación fuera de toda duda: Mira mama, si yo bebo es por tres motivos

1.- porque sé que a ti te hace daño el alcohol y si lo bebes luego te duele la cabeza
2.- porque como yo voy a heredar esos mismos dolores de cabeza tendré que beber y aprovechar ahora que puedo
3.- porque si no me lo bebo yo, se quedará ahi y luego se estropeará y para tirarlo...

He de decir que como era un hecho repetitivo en toda celebración a veces lo decía en voz alta y otras veces sólo la miraba, ponía cara picara, me empezara a reir con los ojos y ella caía, rendida a la evidencia y riéndose también.

Luego cogí el coche para ir a la facultad pensando en cambiar de itinerario no fuera que algún policía amable quisiera tenerme de charleta un rato, porque si me hubiera tocado soplar, el alcoholímetro habría registrado una marca record. Ah!, lo aprobé, quién sabe cómo pero el resultado fue positivo.

Y mañana, mañana no estará ella pero en mi mente sí lo estará. Comeremos coca, ésa que tanto le gustaba y que aunque no dijera nada... la chica la traerá, ella no se olvidará de comprarla... y beberemos cava y brindaré por ella porque hoy entiendo cuando ella en navidades se ponía triste porque ya no estaba el abuelo, y yo le echaba la "bronca" porque no podía estar triste ya que nosotros todavía seguíamos aquí. Por eso mismo, por esa misma razón, porque ella se lo merece, mañana tendré una sonrisa en mi cara y una lágrima en mi corazón.

10 comentarios:

Tanais dijo...

Precioso post, la jefa seguro que está muy orgullosa de ti, borrachilla jeje

Ripley dijo...

mejor dos sonrisas y una lágrima, pero recuerda poner la copa debajo para dejar que caiga, recogerla y bebértela para llevártela de nuevo contigo.

Nosu dijo...

Intenta pasarlo lo mejor que puedas pues... por ella. Pero no te pases con la bebida y te pongas triste eh!!!

cris dijo...

Ains pequeña tigresa, como se echa de menos a la gente que se quiere.
Me parece genial que vayas a estar así. Un buen abrazo y muchos besucos.

coki dijo...

Anubis bebe y sé feliz que una copa o dos al año no hace daño.Bs

Coquí dijo...

mua

Saltinbanqui dijo...

Con una sonrisa, asi le habria gustado.
:)

wildwildreally dijo...

un abrazo!! porque sí... porque me apetece dártelo, listilla.

Anubis dijo...

Tanais: Yo sí estoy bien orgullosa de ella, niña. Muak

Ripley: Sip, rescaté la lágrima y la volví a beber...

Lena: Cinco minutos de tristeza, el resto del día bien, ok?

Cris: Es que las tigretonas ya se sabe, muy fieras por fuera pero por dentro...

Anubis dijo...

Xoxo: Para cuándo un mojito???? je...

Coquí: Uys, no tienes fiebre?, estás sana? mira que me estás dando un beso a mí...jejejej.. Besote

Saltin: Sí, ante todo alegría, ella se merecía eso y más.

Jelly: Ay, Ginebra...y mi biquiño???...jejejej