Cabeza pensante

Llegó la oscuridad y con ella, la noche. Antes de sentarte a cenar tienes que pensar el menú pero no tienes ganas de discurrir y menos de comer. En un segundo te decides y vas directa a por ello. Bueno, algo ligero, está bien y lo acompañas de un líquido elemento. Terminas de ingerir y en principio todo va bien. Un día que se acaba y llega momento relax antes de encaminar tus pasos a la cama.

Te dedicas a informarte de lo que ha pasado en el mundo: ha muerto Danone, ganó el Joventut, en Japón se contagian a pesar de su paranoia en cuanto a prevención, Rusia da marcha atrás y ya no somos un peligro... En fin, los minutos pasan agradablemente hasta que lo notas, sientes que ya no eres la misma, que no estás bien y te viene a la cabeza lo que acabas de cenar.

No, no fue buena idea y el estómago se está encargando de recordártelo. Para engañarlo a él ó a ti misma, hablas con la gente y no le haces caso. Pero sí, es insistente y cada vez lo notas más. Alternativas? pocas y sin efectividad aparente. Última solución es irte a la camita rezando para que no sea un noche festivalera.

Te acuestas, intentas relajarte y lográs una pequeña victoria: consigues dormirte pero es pírrica, a mitad de la noche tu estómago te avisa y te despierta. Lleva peleándose desde hace unas horas y necesita ayuda urgente. Lo mínimo que te producen son náuseas pero de tu cuerpo no sale nada. Eres egoista y lo que ha entrado no saldrá jamás...

La noche avanza reproduciéndose la situación una y otra vez. Estás molida y lo que menos te apetece es levantarte pero el enano no tiene la culpa de tu nula cabeza y necesita estirar las patas como cada mañana. Sales arrastrándote, pensando que han dicho que había diez grados de temperatura y tu cuerpo sólo recibe dos, qué largo se te va a hacer el día. Por supuesto nada de desayuno, nada de pensar en comer, nada de nada. El único consuelo que tienes es que hoy no vas a cocinar con tomate porque no lo podrías resistir, que lo que se suponía que ibas a comer ni de casualidad será asi y que hasta mañana ó pasado no volverás a tu ser.

Moraleja: no hagas mezclas imposibles, serás una piltrafilla durante los dos días siguientes.

Advertencias:

- Los ingredientes de la cena están bajo secreto de sumario aquella ó aquellas que lo desvelen serán convenientemente castigadas con la ingestión de los mismos en cantidad multiplicada por dos.

- A la "controladora" y partenaire. Lo único que os voy a decir es que no me pregunteis porque no os lo diré; que si, que estoy bien; que están dentro de la lista pero ello no quiere decir que estuvieran juntos... Y que como le pregunteis a quien ya sabeis y os lo chive, entonces tendré que cortarle los nomachos.