Sensaciones

El día hace rato que ya ha amanecido y tú abres los ojos con la sensación de no necesitar dormir más; te despejas acercándote a la fuente de información habitual indagando sobre lo sucedido en el mundo mientras tú descansabas. Tienes la mente relajada, fresca para acometer una nueva aventura en tu vida cotidiana.

Allí estás delante de una pantalla antes de irte a desayunar, no piensas, no sientes, te dejas llevar. Eso es lo que tú crees porque realmente te sorprendes con una letra, una canción en tu mente, la llevas tatareando desde que despertaste:

....ten cuidado con el corazón, aqui abajo en este mundo material, te defiendes o te van a destrozar ...por nada,
....ten cuidado con el corazón, con las alas y con todo lo demas, un descuido y te pueden desplumar ...alerta,
...jugándome la piel te llevo a conocer esta ciudad oscura...

Y reflexionas sobre ello. Hacía años que no la escuchas, que te aprendiste la letra de casualidad, que te ha venido a la cabeza de repente. Qué significado tiene? Es un mensaje de tu subconsciente a tu mente despierta? Es casualidad o no? Habrá casualidades en la vida de las personas pero en mi caso casi todo tiene su porqué y este momento tiene su significado. Otra cosa es que yo sepa descifrarlo, pero ahí está.

Mira que llevo unos meses con el corazón bastante baqueteado, lo último que necesito ahora es que jueguen con él. Si de principio ya le cuesta sanar, en estos momentos no está en condiciones de amortiguar ningún golpe más. Tendré que hacerle caso a mi inconsciente y prepararme para ello, le pondré una muralla acolchada para cuando empiecen a venir los golpes, los navajazos, las bombas, las intrusiones y todo aquello que por h ó por b tengan como misión introducirse en él para destrozarlo sin miramiento.

Ayer ya se fue

El post anterior se lo dediqué a una persona que cumplía años pero ese mismo día recordaba que otra persona en unos días más añadiría un palito en su cuenta particular. Los días fueron pasando, cayendo lentamente, transcurriendo la vida de forma pausada pero con sus puntos inhabituales que hacen que cada jornada sea diferente.

Giramos la hoja del calendario y se presentó el día 27 en nuestras vidas. Tuve una mañana ajetreada y una tarde bastante más tranquila. Viendo el tenis, hablando con la gente, comentando esto y aquello, reclamándome que cuándo iba a postear...a raiz de cuya pregunta me vino a la mente un tema del que hablar y cuyo esqueleto está construido y ahora sólo necesito añadirle carne para que se convierta en un cuerpo capaz de sostenerse solo.

Llegó la noche y con ella, el encuentro con personas que se están volviendo cada vez más interesantes a medida que las voy conociendo. Y estabas tú, hacía mucho tiempo que no sabía de ti, me figuré que andarías dando vueltas por el mundo como te gusta a ti. Nos pusimos a hablar y al cabo de cinco minutos me dí cuenta. Tu cumpleaños, se me había pasado, los días anteriores acordándome y justo cuando debía no lo hice.

Te felicité delante de las demás pero en ningún momento lo hice para fastidiarte. Te lo dije allí, te lo volví a repetir luego y hoy también te lo digo. Y sí, como tú bien dijiste, te podía haber enviado un mail, un sms, una llamada telefónica pero dificilmente lo iba a hacer si no sabía, más bien no recordaba qué fecha era ayer. También podía haberte escrito un post como hice con la cumpleañera del sábado ó con la persona que fue nuestro nexo de unión. No tengo excusa y lo único que puedo decirte es que este nuevo año que empiezas sea bueno para ti y que se cumplan todas tus expectativas. Espero tener cabeza al año que viene como para darme cuenta que es un día especial para ti.

Me figuro que hoy no lo leerás porque de la misma forma que ayer era un día importante para ti, hoy también lo es y si, esta vez me he acordado, seguramente será porque a raiz de explicarme como iba lo de tu dirección de correo electrónico se me quedó grabado en la mente. Supongo que volveremos a coincidir, si no es por este medio ya sé que hay una forma más fácil de hacerlo, pero tú también sabes que yo las cosas sencillas siempre las hago complicadas... Un bacio cuore.

Y llegó el día

Un beso O... C...........

Dos ideas, un mundo.

El conocimiento de tu existencia era algo desconocido para mi, simplemente un día apareciste delante de mis ojos y te vi. Empecé a observarte con atención, me interesaba lo que veía. Tú y tu gente erais diferentes, por ello la curiosidad aumentaba a cada paso que daba a tu alrededor. Quería saber más, quería entender vuestra forma de ser, de sentir, de ver las cosas, de actuar, de ir por la vida...

Al principio fui bien acogida, todo era amabilidad, alegría, interés por vuestra parte también. Estaba tan interesada en todo lo que veía que os hacía preguntas, una detrás de otra y con cada contestación me surgían más; no lo podía evitar, era asombrosa vuestra manera de ver a las personas. Para todo teníais una explicación lógica, lógica según vosotros y apoyándoos en vuestros libros de cabecera como dogma de fe.

Empecé a ver algo más en vuestras miradas: pena por mí, sorna por mis explicaciones, burla ante mi forma de actuar, ira por ser como era... Os ví actuar, ví el poco ó nulo respeto que teníais por aquellas personas que intentabais "salvar"; nada os detenía, ni en los momentos más dolorosos dejabais de querer meter el dedo en la llaga. Vuestra verdad es la única, la verdadera, todos los demás están equivocados, son necios por no querer verlo, por no querer redimirse y entrar en el camino correcto...

En un momento de reflexión antes de despedirme de vosotros y vuestro mundo me quedé pensando en: si delante de una camara os comportais así, cómo será vuestro proceder sin ningún testigo?; yo tengo que respetar vuestras creencias pero vosotros os podeis meter conmigo, con mi forma de pensar y por supuesto, estais en todo el derecho de hacerlo; dónde quedan las virtudes de las que haceis gala?; por qué pedis que se os respete vuestra forma de pensar y al mismo tiempo vosotros no dais ejemplo de ello?... Tantas y tantas preguntas, tantas reflexiones y ninguna respuesta que nos convezca ni a vosotros ni a mi...

Cabeza pensante

Llegó la oscuridad y con ella, la noche. Antes de sentarte a cenar tienes que pensar el menú pero no tienes ganas de discurrir y menos de comer. En un segundo te decides y vas directa a por ello. Bueno, algo ligero, está bien y lo acompañas de un líquido elemento. Terminas de ingerir y en principio todo va bien. Un día que se acaba y llega momento relax antes de encaminar tus pasos a la cama.

Te dedicas a informarte de lo que ha pasado en el mundo: ha muerto Danone, ganó el Joventut, en Japón se contagian a pesar de su paranoia en cuanto a prevención, Rusia da marcha atrás y ya no somos un peligro... En fin, los minutos pasan agradablemente hasta que lo notas, sientes que ya no eres la misma, que no estás bien y te viene a la cabeza lo que acabas de cenar.

No, no fue buena idea y el estómago se está encargando de recordártelo. Para engañarlo a él ó a ti misma, hablas con la gente y no le haces caso. Pero sí, es insistente y cada vez lo notas más. Alternativas? pocas y sin efectividad aparente. Última solución es irte a la camita rezando para que no sea un noche festivalera.

Te acuestas, intentas relajarte y lográs una pequeña victoria: consigues dormirte pero es pírrica, a mitad de la noche tu estómago te avisa y te despierta. Lleva peleándose desde hace unas horas y necesita ayuda urgente. Lo mínimo que te producen son náuseas pero de tu cuerpo no sale nada. Eres egoista y lo que ha entrado no saldrá jamás...

La noche avanza reproduciéndose la situación una y otra vez. Estás molida y lo que menos te apetece es levantarte pero el enano no tiene la culpa de tu nula cabeza y necesita estirar las patas como cada mañana. Sales arrastrándote, pensando que han dicho que había diez grados de temperatura y tu cuerpo sólo recibe dos, qué largo se te va a hacer el día. Por supuesto nada de desayuno, nada de pensar en comer, nada de nada. El único consuelo que tienes es que hoy no vas a cocinar con tomate porque no lo podrías resistir, que lo que se suponía que ibas a comer ni de casualidad será asi y que hasta mañana ó pasado no volverás a tu ser.

Moraleja: no hagas mezclas imposibles, serás una piltrafilla durante los dos días siguientes.

Advertencias:

- Los ingredientes de la cena están bajo secreto de sumario aquella ó aquellas que lo desvelen serán convenientemente castigadas con la ingestión de los mismos en cantidad multiplicada por dos.

- A la "controladora" y partenaire. Lo único que os voy a decir es que no me pregunteis porque no os lo diré; que si, que estoy bien; que están dentro de la lista pero ello no quiere decir que estuvieran juntos... Y que como le pregunteis a quien ya sabeis y os lo chive, entonces tendré que cortarle los nomachos.

Amanecer

Porque te despiertas y está ahí...
Porque tu cuerpo te lo está diciendo...
Porque te sientes de esa manera particular...
Porque no siempre vas a ir de dura por la vida...
Porque por una vez quieres recibir y no sólo dar...
Porque conoces el remedio para ello...
Porque la solución con su teoría es fácil de decir...
Porque llevarlo a la práctica ni es posible ni es nada...
Porque estás sola y hoy, hoy necesito...

Imán

Hoy tocaba sesión con los vampiros y menos mal que lo he recordado porque el lunes pensé durante todo el día que era martes y ayer pensaba que era lunes, en resumen que no sé ni en que día vivo. El hecho de que además te llamará el médico por teléfono para avisarte de que ya te ha hecho todo el papeleo y te ha pedido hora y cita, hacía que todavía estuviera más desconectada del tema.

La ausencia de desayuno hasta cumplir con mis obligaciones es algo que realmente no me importa pues de por sí, por las mañanas no tengo hambre pero si me bebo el café con leche es porque me encanta cómo me cae y me deja buen cuerpo. Como ando despistada, llevaba días pensando que seguramente no me daría cuenta y la costumbre haría que siguiera la rutina habitual. Menos mal que he sacado al enano antes de tiempo y no he parado ni medio minuto por la cocina. Lo mejor de estos días primaverales es que da gusto ver cómo la vida social empieza su largo peregrinaje en pos del objetivo diario que es la vida cotidiana, las idas y venidas. Me relaja, me hace ver las cosas en perspectiva, me anima y me da un respiro mental.

Llego a la cita con cinco minutos de antelación, viendo que está hasta arriba como siempre y sin pizca de preocupación pues es una de las pocas cosas que hacen con rapidez y diligencia. Me quito un casco, bajo el volumen del mp4 y me dedico a esperar. Dicen un nombre, y el dueño entra; dicen otro nombre, y la misma operación; dicen mi nombre (pero no mis apellidos) y casi que voy, la costumbre que escuchas lo primero y ya piensas que eres tú; pero no, la propietaria de los mismos entra rauda y veloz. Sigo esperando, un nombre, otro nombre y por fín: Anubis Inpu. Mientras me dirijo al interior voy pensando: mmmmm, mi nombre y mi primer apellido, qué? soy especial y por eso no nombras el segundo como a los demás? Seguramente la "locutora" asi como los "oyentes" se hayan quedado pensando... no será pariente de?

Entro, entrego el formulario y me lo devuelve junto con las etiquetas pertinentes. Al otro lado de las cortinas oigo hablar a las enfermeras y si, no me acordaba, ella también suele andar extrayendo el liquido de la vida. Bueno, no es la única y además suele estar en la sala continua, no creo que me toque con ella. Es mi turno y allá que voy. M....! son cuatro y justo ella. Me ve, me siento y claro, me reconoce. El hecho de que se llevara muy bien con la jefa es de agradecer y de que se preocupara de ella incluso llamando a casa para ver qué tal le iba pues otro detalle a tener en cuenta pero, pero, pero... yo a esta mujer no sé qué le he hecho que al principio pensaba que eran imaginaciones mías pero no, me mira con incomodidad, con una mirada complicada de interpretar pues ni es odio, ni molestia ni en sí, nada negativo; pero en sus ojos está esa forma de mirar. Y al final con tanta miradita he terminado de mosquearme y prefiero ni mirarla, ni cruzarme con ella y pasar del tema.

Han sido dos minutos la mar de agradables. Me ha dicho un "hola" todo cortada y yo otro con desgana; pensando, bueno cuanto antes mejor, a la faena. Bracito en la mesa, la otra poniendo las etiquetas en los botecitos y ambas mirando para cualquier parte menos a los ojos de la contraria. Que si te pongo la gomita, que si me pongo a mirar los cartelitos de la pared para hacer algo mientras tanto, que si te pincho (y hoy con ganitas de hacer daño, porque por desgracia no es la primera vez que me toca con ella y ni me enteré), que si sigo descifrando el cartel que hay a cuatro metros con letra del tamaño típico. Ni te miro ni me miras, porque aún cuando mis ojos están dirigidos en otra dirección, la visión colateral está ahi y me doy perfecta cuenta de todo lo que estás haciendo.

Quitas la gomita, mi sangre fluye y todo acaba. Me das un algodón que utilizaré un segundo, lo justo para que se me cierre y luego me olvide de él. Si hubieras sido otra persona habría estado de charleta contigo, como la vez anterior cuando me toco a mi primo que estaba haciendo las prácticas y me dediqué a distraerle para que no se pusiera nervioso y acabé hablando con todas las enfermeras y con él. Me he ido pensando en mis cosas oyendo a duras penas, pues ya ni lo recuerdo, tu despedida y la verdad, espero haber dicho adiós porque educación tengo pero como andaba reflexionando sobre el hecho de que siempre me toca contigo pues ni cuenta me he dado.

Espero que dentro de quince días cuando vuelva a por los resultados me deje olvidado el imán en casa y ni nos crucemos. Porque ahora eres la jefa de las enfermeras y no tienes que andar metida en la consulta con el médico y aún cuando entras y sales para comentarle temas de trabajo, espero que no sea precisamente cuando me toque a mí hablar con él...

Ojos.... miradas

...cautivadores...
...mios...
...ocultos...
...intimidantes...
...hirientes...
...próximos...
...expectantes...
...amenazadores...
...desconocidos...
...extranjeros...
...naturales...
...cercanos...
...verdaderos...
...tuyos...
...misteriosos...
...queridos...
...alentadores...
...engañosos...
...lejanos...
...insinuantes...
...nostálgicos...
...incipientes...
...nuestros...
...mentirosos...
...deseosos...
...tramposos...
...amados...
...traicioneros...
...estimulantes...
...odiados...
...calmos...
...rabiosos...
...sanadores...
...dañinos...
...vivos...
...

Objetivo en el punto de mira

Tienen ganas de jugar, su naturaleza les impele a ello, desde por la mañana al despertar han empezado a diseñar mentalmente los esquemas para la consecusión de sus planes. El uno le incita al otro para ir detrás de una presa determinada, la cual es del agrado del segundo y por ello no está del todo convencido de que sea la forma correcta de actuar. Lo conoce de hace tiempo, ha visto sus ideas y venidas, sabe cómo es, lo que siente, lo que disfruta y lo que le hace padecer y por tal motivo, en principio, no desea seguir los planes del primero.

Se deja convencer ó puede que deje apartados esas convicciones débiles que conseguían a duras penas mantener encerrados sus deseos de caza y captura de una presa tan indefensa. Sigue las pautas del otro, aporta sus propias ideas, traman aquellas trampas cuyo éxito les llevará a la consecución de su objetivo. Salen al exterior, perpetrados, camuflados, con todo dispuesto y en busca de la víctima propiciatoria. No tardan en localizarla, los hábitos son los habituales y el segundo se los conoce de sobra.

Empiezan a seguirla, lentamente, con cautela, sin que se dé cuenta de nada. Llega un momento en que el objetivo mira y ve a su "amigo" y sin miedo le llama y empieza a entablar conversación con él. La charla continua pero nota algo raro, no sabe lo que es, pero dentro de sí comienza a nacer una intuición, una sospecha, algo no anda bien. Se despide del amigo y se va. Sigue caminando por el camino, absorto en sus pensamientos, en esa sensación que desde hace unos instantes le provoca cierto desconcierto.

Por fín, sabe lo que sucede, su cuerpo está en tensión y su mente ahora tambien. Ha entendido el juego, descubre que se ha convertido en presa de su amigo y del conocido de éste. La cabeza le da vueltas y una idea empieza a tejerse en su mente. No puede pararse, no debe pararse, continúa y continúa. La desventaja inicial se ha convertido en beneficio: conoce el territorio, los puede despistar fácilmente. Así lo hace y se queda descansando para recuperarse del esfuerzo y de la sorpresa.

Durante esos minutos, lo comprende todo y una nueva idea, un nuevo plan es urdido por él. Está enfadado, molesta, en cierta forma triste por tal traición y ya sabe lo que va a hacer. Mientras, los otros dos, andan yendo de un lugar para otro intentando encontrar de nuevo su rastro, no dándose por vencidos ante la desaparición de su vista del objetivo. Llevan un rato caminando y empiezan a cansarse, a no estar del todo seguros, a darse cuenta que sus planes no se están llevando a cabo de la forma que tenían planeado.

Dónde se habrá metido? Pregunta que cada vez se hacen con más frecuencia. La respuesta: les ha localizado, está detrás de ellos, tiene paciencia, mucha y es que la presa se ha convertido en cazador...

El nuevo cazador lleva un sonido, una canción, un mantra en la cabeza... y es que ya lo dice la frase: el que juega con fuego se quema.

Ledyanya gory

No has comprado billete pero desde el primer momento que abriste los ojos ya tenías el pasaje reservado. Las clasificaciones son innecesarias aqui, inexistente la clase turista, businnes class ó first class. Todas con las mismas medidas, mismo tamaño, mismo color y mismo asiento. En lo único que se asemeja es que te puede tocar primera, segunda fila ó sucesivas pero tú no decides, según llegas ahí te acomodan.

Piensas que vas a ser testigo de un bonito espectáculo, tu mente todavía tiene que entender que eres la protagonista. Sin ti, el viaje no tendría sentido. Estás expectante, todo es nuevo, desconocido, interesante, curioso y tienes ganas de que empiece, que todos estén en sus sitios para poder sentir la adrenalina golpeándote directa en el corazón.

Lo notas, empieza a moverse lentamente, te tienen que trasladar al punto de inicio. Tienes tiempo de fijarte en todo aunque la emoción de saber que quedan pocos segundos para que todo comience hace que tus ojos se nublen y no consigas ver nada. Ya estás en la cima, el panorama es magnífico, tu cuerpo irradía optimismo, nada malo puede pasar. Allí en lo alto las dobleces, los engaños, las traiciones, la culpabilidad... nada existe, simple neblina de un mundo soleado.

Comienza la travesía, las ruedas giran lentamente, van alimentándose de tu energía y la velocidad aumenta; la bajada llega rápido, tu cuerpo debe habituarse, no le da tiempo, notas cómo tu interior quiere ir para delante mientras tu mente quiere ir para atrás. Cuando todo te vuelve a tu sitio, llegas a la explanda, al llano, al camino liso y sin dificultades. Quieres quedarte allí, quieres que nada cambie, que el trayecto continúe de forma tranquila, ligera y sin sobresaltos.

Te recoges en ti, espiras lentamente, dejas que tus pulmones se llenen de ese aire que poco tiempo antes te ha faltado. El oxigeno llega raudo y veloz a tu cabeza, a tu cerebro y éste comienza a trabajar. Esta llanura que transitas no es lo mejor, siempre la misma historia, siempre los mismos paisajes, un día tras otro, siempre lo mismo y todo es igual... pero la energía cinética que has acumulado en la bajada se convierte en potencial y te ves a ti misma subiendo la cuesta sin ningún esfuerzo. El optimismo vuelve, las ganas de comerte el mundo también, la emoción te invade, habías olvidado lo que generaba en tu cuerpo esta tensión deliciosa de ir elevándote del suelo duro y seco.

Llegas al culmen y te detienes un instante, haces click y la imagen se queda grabada: vive la vida, sube y baja, entra y sal, acierta y equivócate. Como personaje principal de tu historia aprenderás que todo lo que te rodea debe ayudarte y te ayuda a ir en una dirección ó en otra; que por mucho que te niegues, los factores externos son hilos que configuran la tela de araña que estás tejiendo. Sabes tu comienzo, sabes tu final, en ti está el poder para escribir el guión perfecto de tu existencia.

Apariencias

La edad es lo que tiene, que llegas a un número determinado de años y es cuando te fijas por primera vez en aquello que ha estado ahí, al alcance de tus ojos pero que por no se sabe qué, no reparaste en ello pues era lo habitual a tu alrededor y formaba parte de tu paisaje visual. Lo ves, entiendes que ya no es como antes, que algo ha cambiado en ti, en tus ojos, en tu mirada e intentas acercarte para observarlo mejor.

Aunque siempre te han dicho que son todos iguales la realidad no es así. En un análisis superficial puedes comprobar que el uno con el otro tienen bastante que ver porque son hermanos pues forman parte del mismo cuerpo. Si, claro, son bastante parecidos, y eso no se puede negar pero empiezas a observarlos con más detenimiento y empiezas a ver que el punto central hacia donde se dirige tu mirada está lleno de matices: más grande, más pequeño, más redondo, más "apuntado", más oscuro, más claro, más estriado, más liso, más duro, más blando, más sensible, más frio.

El secreto está en el tacto. Las primeras veces no sabrás tocarlo, no sabrás cómo masajearlo, cómo llegar al secreto que lleva dentro. Tendrás miedo de cómo hacerlo, cómo afrontar esa prueba. Pero acabarás aprendiendo, de lo que te diga podrás saber que los bollos y sus melones no tienen ningún misterio para ti. Entenderás que al pasar un par de dedos oprimiendo en puntos clave conseguirán abrirte el camino del paraíso y podrás disfrutar de ellos, sin cansarte de catarlos. Querrás repetir una y otra vez y cuando el calor apriete pensarás en ellos como la clave que te saciará tu sed y tus ganas. En resumen: que donde estén un par de buenos melones que se quite todo...