jueves, 22 de octubre de 2009

No puedo

Es la primera frase que nos viene a la mente cuando tenemos que afrontar nuevas situaciones en nuestra vida. Es muy dificil, yo no sé hacerlo, seguro que me sale mal, para los demás en sencillo pero para mí es imposible. Una frase detrás de otra sin pausa y sin necesidad de pensarla. Todo excusas para no intentarlo. Nuestra mente trabaja de forma contínua buscando la manera de esquivar aquello que nos es desconocido.

Tienes veintidós años, dos hijos y te alimentas de diez bolsas de patatas fritas diarias, un día tras otro el mismo menú sin variaciones y sin ese punto de inquietud que deberíamos tener para todos los asuntos de la vida. Es cierto que si desde pequeña no te han enseñado a cocinar, ya sea porque a ellos tampoco les gustaba dicha tarea ó porque tú nunca estuviste interesada, cuando creces no sabes ni por dónde empezar para cocer un simple huevo. Pero la alimentación repercute en tu salud, repercute en la de tus hijos y es lo que debería preocuparte más pues están en época de crecimiento siendo esta etapa la más importante para educarles en una forma de vida sana en su vida de adultos.

Nadie ha dicho que sea fácil, que la primera vez que hagas una simple tortilla francesa no se te vaya a pegar ó te salga con la forma que tienes en tu mente pero persevera, cada día lo harás un poco mejor. Si no tienes a nadie que te guíe no pasa nada, corta por aquí, pela por allá, cuece ésto, tuesta lo otro... experimenta, busca recetas, lee y prueba, la recompensa merece la pena.

Pasan los días, los meses van cayendo uno detrás de otro y tu vida ha dado un cambio radical. Ya sabes cocinar, estás intentando hacer platos cada vez más complejos e incluso has comprado una mesa para sentarte a comer toda la familia junta. La alegría nace de forma natural en ti, tu cara permanece con una eterna sonrisa, tus hijos se alimentan bien: conocen lo que es una judía verde, unas albóndigas, unos macarrones, la cebolla, zanahoria, etc y etc.

"Tienes el poder de meditar tus decisiones respecto a lo que vas a permitir que se introduzca en tu cuerpo. Y si algo se cuela a hurtadillas aún cuentas con la facultad de expulsarlo. Lo que significa que sigues controlando tu cuerpo y tu mente"

(Gloria Marsellach Umbert)

1 comentario:

M dijo...

La de veces que habré dicho "No puedo"

Un besazo