Rachas

Soy del tipo de personas que de la misma forma que me interesa algo sin saber por qué pero sí de manera obsesiva, así se me va esa adicción sin ningún problema. Hoy tocan las series televisivas. Me canso, me hastío, me enfado y ésto último lo hago debido a que, por motivos varios, no haya visto algún capítulo lo que se traduce invariablemente en que la siguiente vez que me pongo a verla, ya me he perdido. Indudablemente que lo esencial sigue ahí pero esos pequeños detalles son los que más me incomodan desconocer. Sé que hay una solución fácil a tanta tonteria cerebril: venir a este mundo internetero y ver el dichoso capítulo. Pero no es lo mismo. Tengo rituales como todo ser humano en este mundo y si algo lo empiezo de una forma, quiero seguir con ello hasta el final. Algunas personas dirán que soy una tiquismiquis de marca mayor, sólo os teneis que mirar a vosotros mismo y descubrireis aquello que os convierte también en aquello con lo que me definis a mí.

A pesar de esta diatriba, tengo mis vaivenes y sigo con mis costumbres. Así que ahora me veo volviendo a las viejas y ello significa que tiempos ha, cuando estaban en la primera temporada, mis ojos se deleitaban con NCIS más concretamente con Sasha Alexander. Lástima que durara tan poco, desconozco si porque quería cuidar a la nieta de Sofía Loren en exclusiva, si porque quería cambiar de aires, porque su personaje acababa (suposición muy cogida por los pelos) ó pedía más dinero del que estaban dispuestos a pagarle. Seguí viendo la serie y aún a mi pesar le empecé a coger cariño (ejem, ejem) a la loca del laboratorio. Cada capítulo que pasaba le iba cogiendo su puntillo y ya me terminó de "conquistar" cuando fisgoneando en su trayectoria profesional, me enteré que la señorita era una cuarentona de muy buen ver.

Como la argumentación se quedaba un poco coja sin protagonista femenina con mayor presencia que la mencionada anteriormente, buscaron y buscaron y mira tú por dónde, encontraron a Maria José, esa chilena que igual hace de latina que de israelí con muy mala leche. Lo que más me gusta de ella? seguramente esa forma de decir ciertas frases que dejan a Dinozzo trastocado ó los silencios con esa mirada que dicen más que una sentencia judicial. La cuestión es que yo era una persona que ya había olvidado este mundo y bueno, otra vez que me he enganchado a él. Debo reconocer que me entretiene, que me caen bien esta cuadrilla de pirados, que sus historias son simplemente eso: historias, donde la realidad es ficción y la ficción es la vida que nos apetece tener de vez en cuando y que, que...ummm... las protagonistas femeninas son un elemento más de la trama, no creeis?