lunes, 17 de mayo de 2010

Mensajes Subliminales

Una parada del autobús, no una cualquiera sino aquella que día tras día durante ocho años mis pies conocieron al dedillo. Allí habíamos quedado por sugerencia de ella, aún cuando jamás había estado allí ni sabía de su existencia. Voy hacia allá y la veo esperándome, por su postura pienso que acaba de llegar. Se ha teñido el pelo en una combinación de dos colores. Le queda muy bien, acaso el color más claro le habría subido un par de tonos pero en realidad su imagen nueva es perfecta.

Nos dirigimos a la siguiente parada, situada en una zona en proceso de expansión donde los edificios están proyectados en esa tierra yerma que un día será lugar de idas y venidas paiseísticas, seguramente nos sobraba tiempo y un paseo nos vendría bien.

Aparece el autobús, busco el ticket y no lo encuentro. Miro en el bolso tanteando con la mano y desechando lo que mis dedos no reconocen como tal, parece que el lápiz tiene imán cogiéndolo una y otra vez, me resigno: tendré que pagar. Subimos y nos situamos una al lado de la otra pero en la vorágine de pasajeros acabamos a tres metros de distancia. Le miro y remiro sin que se dé cuenta: qué guapa está. Me sorprendo pensando que tengo unas ganas enormes de besarla...

Estamos a mitad de camino y veo que se levanta del asiento para bajar en la parada. Creo que es una parada posterior la que nos toca pero si ella se ha movido es porque será ésta. Bajo por la otra puerta posterior de salida buscándola con la mirada mientras el autobús reemprende la marcha: la avenida está desierta, no hay nadie, me equivoqué y ahora tendré que andar calle adelante con el enano tirando de la correa.

"Ya está!! le llamo por teléfono para avisarla de quedar en un punto en concreto." Me llevo la mano al bolsillo justo cuando me doy cuenta que el móvil está en la mochila, mi mochila aunque ahora es de ella ó más bien "nuestra" y como yo cargaba con la maleta a cuestas, ella insistió en echarse al hombro la mochila... No hay más remedio, seguir caminando y que tenga la misma idea que yo en mente.

Camino, camino y camino. Aparezco delante de la puerta de nuestro destino, está abierta y entro pensando que ella ya ha llegado. Voy moviéndome por cada estancia sin encontrarme con nadie. Hago ademán de entrar a una habitación pero veo las piernas de alguien acostado en la cama, retroceso sin hacer ruido imaginándome que estará echándose la siesta.

Llego a la amplia cocina, a mis espaldas un grito, me giro y veo a Jennifer López histérica mirando con ojos aterrorizados al enano creyendo que le ha hecho daño a su perro. Busco con la mirada, encontrándolo al lado del sofa, todo estirado contemplando el follón que ha montado su ama sin saber porqué. Consigo calmar el ambiente en el preciso instante en que llaman al timbre de la puerta. Me dirijo a abrir: es ella. Nos miramos con una sonrisa surgida del magnetismo de la situación, de nuestros sentimientos, de nosotras. Por fin, dice mi mente, mis labios se mueven lentamente hacia los suyos y...la besé.


P.d. Especificaciones: que es un sueño!!! que ya veo que todo el mundo que lo lea se va a preguntar qué hace Jennifer ahí metida; pero vamos, que la mayoría de los elementos del sueño tienen un porqué que sólo ella (la otra protagonista del sueño) y yo sabemos...

6 comentarios:

M dijo...

Q pinta Jennifer Lopez en esta historia? Era tu plan B? XD

mensajes movistar dijo...

que pinta de historia y que mensajes subliminales.

MI HISTORIA... dijo...

Muxuxxxx

iTxaro dijo...

un sueño? un sueeeeñooo??? joe

hay que no veo ni los mensajes subliminales esos... con tanta claridad
achuchones

wildwildreally dijo...

vaya sueño con mensajes subliminales!!! aunque Jennifer mmmmm ¿subliminal total? jajajajaajajaja

^Aishka^ dijo...

Ya, con lo de Jenifer había supuesto que era un sueño... jejeje