Mirando atrás

Cuán importantes somos las personas en relación a otras de nuestro entorno, ya sea cercano ó no, y qué poco nos damos cuenta de ello. En nuestros primeros años de vida no tenemos formada ninguna coraza, ningún filtro por el que hacemos pasar todo aquello que puede ser una influencia en nosotros mismos. No tenemos opiniones propias, no hemos aprendido todavía a elaborarlas independientemente, todo nos parece bien, las preguntas no surgen aún de manera espontánea. Las cosas son así porque sí, de la misma forma que el sol sale por la mañana y se oculta al anochecer.

Os habeis parado a pensar qué clase de padres tenéis? Ellos han sido, son y serán la mayor influencia que jamás nadie tendrá sobre vosotros. Esos primeros años de vuestra vida son cruciales para determinar quién seréis en el futuro, cuál será tu modo de ver la vida, cómo actuarás frente a las visicitudes de la misma. Te pueden hundir en la miseria ó por el contrario, hacer que llegues mucho más allá de lo que pudieras llegar a imaginar. Analizádlos, analizaos y vereis lo que ha sido vuestra trayectoria hasta ahora.

A qué vienen estas reflexiones? Simplemente son consecuencia de la visión de un programa de televisión, conclusiones que se producen por no llegar a entender lo que mis ojos veían y mi cerebro me contaba. Trataba sobre el intercambio de dos mujeres en dos familias para convivir durante un período de tiempo determinado. Una de ellas, Morena, actuando como lo haría cualquier persona ante semejante situación: aprovechando la experiencia y sacando cosas positivas tanto de sí misma como de la familia "adoptante". La otra, Rubia...ufff, mostrándose como un claro ejemplo de toxicidad a todo aquel que estuviera cerca de ella.

Qué proceso mental desarrolla una persona que pone las siguientes reglas: (atendiendo a una familia compuesta de hija de 22 años, marido de cuarenta escasos e inquilino/amigo de cuarenta y largos)

1. Todo el mundo a dormir a las doce de la noche.
2. Levantarse una hora antes para limpiar la casa.
3. Nada de alcohol.
4. Reducirle el consumo de tabaco al inquilino.

Aparte de tener más reglas del mismo estilo, sucedió que uno de esos días era el cumpleaños de la hija y la Morena le pidió como favor que le dejara hacer la fiesta tal y como ella quería. Qué sucedió? Ni caso hizo la Rubia y pretendía que se celebrara en casa con las amigas y haciendo un pastel casero. La hija siguió con su plan y se largó con sus amigas por ahí, pasando de esta mujer.

Por supuesto nadie le hizo caso en sus órdenes y la "buena mujer" se dedicó a aporrear las puertas por la mañana, entrar en la habitación del inquilino como Pedro por su casa e insistir todo el tiempo hasta que bajo una vecina a quejarse de los ruidos de la señora.

Hay personas que les queda grande tal calificativo y no se entiende cómo se ha formado para salir como han salido. Lo peor de todo lo que vi? Una chavala de 16 años (causante mayormente de mi pensamiento), buena hija, que si nada lo remedia, se marchitará como una flor gracias a la Rubia que únicamente quiere que estudie medicina mientras ella lo que más desea en el mundo es ser peluquera.

No quiero ni imaginar (quizás si, es la única pena que tengo...) cuando ese desastre de madre, que opina tan negativamente del sexo y lo mal que lo pasó (pobre, pobre) trabajando en el sex-shop de la Morena (depravados que sois unos depravados), se entere que una de sus otras dos hijas es una lesbiana de pro. Tiempo al tiempo santurrona...