Cara bueno tiene pero cuando se encuentra con el de la siguiente foto, se le salen los ojos de las órbitas y va como una flecha a morderle. En su camino le da igual que muerda pantalón, zapatilla ó su dueña le meta una patada voladora.
Éste es otro que tal baila: buena carina, mejor predisposición a pasear e investigar nuevos congéneres pero cuando el furioso especimen anterior se le acerca, lo único que se le ocurre hacer es huir corriendo ó ir donde la dueña a ladrarle explicándole que su perro le quiere morder. Obvio que a mí no viene porque sabe que no le hago ni caso, que ya es mayorcito y pesa como ocho veces más para que aprenda a defenderse.
Y éste es un álma cándida. Es cierto que sólo tiene unos meses y todavía tiene que aprender mucho del mundo, pero a mí que me explique alguien cómo leches el Enano se deja morder del Órbitas y en cuanto ve (más bien les huele) a alguno que no le cae bien de este tamaño, se convierte en otra fiera y va a morderle. Aisssssss, si le meten un bocado y ni lo cuenta...juazzzzzzzz