domingo, 1 de mayo de 2011

Me gustaría

Me gustaría tener tu energía, tu fortaleza y tu fuerza de voluntad. Quisiera encontrar dentro de mí todo aquello que admiraba en ti. Durante todos estos años, ésta fecha no era ni más ni menos que otro día más del calendario. Te felicitaba pero en cuanto a regalos no era tradición mia. Siempre te dije que las demostraciones son consecuencia y resultado de cada segundo y que las imposiciones extrínsecas no iban a cambiar mi forma de pensar.

Hubo una excepción: tenía mi primer trabajo y me gustaba pensar que con el dinero ganado por mí te iba a regalar un detalle. Por supuesto tenía que ser algo que te fuera útil, que no esperabas y te sorprendiera. Así que después de pensarlo bien, fui a comprarlo. La primera parte del plan estaba ya realizado; tocaba la segunda consistente en buscarme aliado porque no ibamos a pasar ese día juntos, así que una vez hablado con él comentándole cómo quería que fuera, ésta parte también estaba ejecutada. Sólo quedaba la última parte y había que esperar al día especial.

Llegó. Las ocho de la mañana y ya pensando si llamarte en ese momento ó esperar un poco más. Conociéndote como te conocía sabía que ya estarías despierta y si no levantada, a punto de hacerlo.

- Ring, ring.
- Si?
- Felicidades mamá.
- Malona, que eres una malona. Pero tú cuándo has hablado con tu padre eh? Yo que me levanto y cuando levanto la almohada ahí está tu regalo...
- Te ha gustado?
- Claro que sí, es muy bonita.
- Pues ya la estás usando.
- Veremos...
- Pero mamá!! cuando vuelvas ó te la veo que la estás usando ya ó te tiro la vieja y punto.
- Vale vale hija....
- Venga, pásalo bien mamá y a desayunar que ya vas tarde...jajaja
- Si, estaba ya a punto..jejej
- Un beso
- Un beso hija, hasta luego.
- Hasta luego, mamá.

El regalo era una simple cartera de piel que usó, ejem ejem, unos tres años después de comprársela y cada vez que le reñía por tenerla guardada, me contestaba que es que se le iba a estropear si la utilizaba... En fin, mi madre y sus cosas.

Y sí, estoy encontrando dentro de mí todo aquello que admiro en ti, poco a poco pero lo noto, lo veo y lo siento. Ojalá estuvieras hoy aqui aún cuando estás todos los días y en todo momento. Gracias por ser tú, gracias por darme la vida y gracias por ser la mejor madre del mundo. Gracias.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué afortunada eres! Lo celebro

Anubis dijo...

Por una parte soy afortunada por haberla tenido a ella y por otra, egoista porque desde que falleció siempre pienso que se fue demasiado pronto (que por desgracia es lo que sucedió) y que debería haber vivido por lo menos veinte años más (para que luego vayan diciendo que las mujeres aquí viven hasta los 83, pues a ver a quién reclamo yo los que le han robado a ella)

Anónimo dijo...

Joder, 83 tiene la mía y si se pudiera haría el cambio.
Siento el comentario, si te hizo herida.

iTxaro dijo...

y se fue demasiado pronto


achuchones

Anubis dijo...

Alson: Tranquila, sólo te lo conté porque pensé que creías que seguía con vida.

Anubis dijo...

Itxaro: Un beso para ti también.