domingo, 20 de febrero de 2011

I used to...

No le había dado tiempo siquiera a sentarse, a calentar el asiento cuando una sombra se proyectó sobre su mesa. Alzó los ojos a su derecha, pues de ahí procedía el obstáculo que intercedía entre ella y el sol, tropezándose con la mirada limpia e ingenua de una chavala joven.

- Perdona? No sé si me podrías ayudar... - Sus manos apretando fuertemente un libro doblado sobre sí mismo. Una indecisión titubeante en sus ojos y un anhelo por ser escuchada.

- Si? - La contestación era de rutina, ni siquiera sabía qué pretendía pero la costumbre de ayudar era fuerte en ella.

- Es que mira, no entiendo esta palabra, bueno más bien estas dos palabras. - Y le señalaba aquellas que estaban escritas en negrita como se acostumbra para darle importancia a lo esencial de un tema y que has de saber pues en ellas se basa la lección.

- Ummm, diferencias arancelarias, ummmm. - Su cabeza empezó a funcionar rápido para enseñarle de la forma más sencilla posible e incluso para ahondar en la política de los paises en cuanto a la entrada/salida de su territorio de mercancias.

La chavala mirara y escuchaba atentamente, absorbía la explicación con verdadero interés y su duda quedó resuelta. Le dió las gracias y volvió al rincón del que se había arrogado como propio.

Mientras le veía irse de su lado y pensando en la anécdota que le acababa de pasar, recordó aquella vez que le hizo el favor a su profesor de inglés de ir a darle clases particulares a un alumno del que era tutor él. Lo que en principio eran clases de inglés para ver si entendía y aprendía lo mínimo, se convirtió en clases de estadística, contabilidad, economía, matemática financiera... Empezaba las clases preguntándole que trabajo había hecho, continuaba con una bronca de cinco minutos por tocarse las narices todo el día y seguía con unas risas porque si quieres que alguien progrese, las broncas no son una solución sino hacerle nacer el interés por aprender y la curiosidad por querer saber.

Parece ser que seguía teniendo cara de mapa pero también seguía teniendo la de profesora...

3 comentarios:

iTxaro dijo...

a ver alma de dios..... y yo qué comento aquí.....


bueno al menos te mando un achuchón

Anónimo dijo...

Eso no se lleva solo en la cara, si no en los genes

Anubis dijo...

Digo yo que mis genes podrían hablar con mi cerebro y ponerse de acuerdo asi lo vería todo mucho más claro y sencillo...