martes, 29 de septiembre de 2009

Vinum oivoç

Líquido elemento que nos acompaña en celebraciones, en compañía y en soledad. Diversidad de colores, mundo de matices en su olor si tienes la nariz enseñada a reconocerlos. Para llegar a él tiene que producirse un largo camino para el que muy poca gente se toma la molestia de conocer.

Llega la segunda etapa de tu recorrido, los desvelos hasta ahora eran impotentes ante la imposibilidad de hacer, realizar ó prevenir cualquier molestia en tus cuidados para que fueras creciendo en toda su belleza y esplendor. Ahora llega el momento de la despedida, tu madre ya no te acompañará por más tiempo, te vas para satisfacer el ansia humana en su interés por tener, querer y poseer más y mejor, por un segundo, por un minuto pero siempre suyo.

Este año ha sido bueno, en la tercera fase de tu existencia comprobaremos hasta qué punto tu evolución y maduración llega a buen fin. No nos defraudarás, nunca lo haces, somos nosotros quienes te estropeamos pues no sabemos mimarte como mereces. En estos días he estado y estoy homenajeando a tu hermano mayor y cada día que pasa reconozco que se vuelve más maduro y responsable con su existencia. Espero que no me defraudes y continúes con su saga, él estaría orgulloso de que así fuera.

Dentro de medio año te cataré y podré por fín saber si estos trescientos sesenta y cinco días han valido la pena y si sigue siendo tan interesante beber y descubrir al día siguiente que la palabra resaca no existe en tu vocabulario...

viernes, 25 de septiembre de 2009

Así son las cosas


Tu carácter no es más que una muestra de tu personalidad, ésta puede cambiar a menudo sin saber tan sólo como manejar la cruda realidad.

Nada ocurre por casualidad. Todo lo que pasa tiene un porqué. Tal vez tu cerebro no lo sepa, puede que jamás lo imagine. Pero tu corazón lo sabe. Tu corazón siempre lo sabe.

Todos nos conocemos de una u otra manera, alguien que tú conoces conoce a muchos que tú no conoces y de igual forma conoces a muchos que los que tú conoces no conocen y asi sucesivamente.

No preguntes por los caminos de la vida si no sabes caminar, ya que aunque te lo muestren siempre estarás perdido.

Comete todos los errores que no puedas evitar, uno de cada uno, y serás perfecto.

Las palabras son un rompecabezas que reflejan nuestros pensamientos, sólo hay que ordenarlas y allí resolveremos el misterio...

Hay quien se cree con el poder de subordinar, oprimir, obligar, discriminar, despreciar, marginar, intimidar, engañar, insultar, menospreciar, subestimar, olvidar, maltratar..., y al mismo tiempo justificarse, enorgullecerse, adinerarse, ensancharse, alegrarse, quererse, subestimarse, elevarse, creerse, pavonearse, recomendarse, perdonarse, explicarse... hay quien se cree juez mucho antes de haberse juzgado.

Cuando quieras creer en alguien, sólo cree en ti.

La mujer busca el equilibrio entre: que pasen de ella y que la agobien; y como no existe la balanza perfecta, nunca existirá una mujer satisfecha plenamente.

Nunca olvides tus sueños porque donde quiera que estés y haciendo lo que hagas siempre existe la posibilidad de que los alcances.

P.d.-Nos gusta complicarnos la vida, es un defecto con el que nacemos y sin el cual no sabemos vivir. Recuerda: nada es lo que parece a simple vista, tampoco demasiadas explicaciones sirven para entender lo que está delante nuestro.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Sesenta y cuatro

"... prefiero estar dormida que despierta, de tanto que me duele que no estés. Como quisiera que tú vivieras, que tus ojitos jamás se hubieran cerrado nunca y estar mirándolos..."

Amor eterno e inolvidable, tarde ó temprano estaré contigo. Te quiero.

martes, 22 de septiembre de 2009

Encuentros


Supe de tu existencia por casualidad, lo más seguro es que estuviera cambiando de un canal a otro sin ningún tipo de pretensión. Ni siquiera recuerdo de qué iba el tema, si no seguí con la costumbre de darle a un número diferente fue porque ni era producto nacional ni era producto extranjero proveniente del país típico.

Ví la primera temporada, estaba bien, ameno y sin ínfulas de querer algo más que entretener durante menos de sesenta minutos. Serie protagonizada por mujeres acompañadas puntualmente de compañeros masculinos en el transcurso de su vida en un rancho australiano con los pros y los contras de vivir alejados de todo y de todos, donde el ir superando un día tras otro es lo más importante y cuando la palabra futuro no se permite asomar en la cabeza de nadie pues el futuro es el minuto siguiente al momento que se vive.

De la misma forma que apareciste, te diluiste en mi vida. Sin principio y sin fin pero quedando un resquicio de ti en mi mente. Erais varias pero tú, qué tenías tú para quedarte en un hueco de mí? la mirada acaso? tu carácter? qué, en definitiva? No lo sé, en el fondo siempre me sucede con cierto tipo de personas: no hay razón, no hay motivo, no hay... no hay.

Después de un lustro largo vuelves, vuelves a aparecer delante mío, frente a mí, moviéndote, actuando, viviendo, sintiendo, siendo tú, tu personaje pero al fin y al cabo, tú. Han pasado los años, nada más. Tu nombre? Claire McLeod. Tu nombre en realidad? Lisa Chappell. Actriz, cantante, persona.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Esdrujuleando una llana

Puedes estar tranquilamente semirrecostada en el sofá viendo pasar imagenes una detrás de otra en la pantalla del televisor cuando una simple palabra da al traste con tan inocente transcurrir de la tarde. En ese momento pones más atención y te quedas pensando si efectivamente has escuchado bien. Por suerte repiten la palabra varios actores de la serie y sí, ten claro que todos la pronuncian de la misma forma.

Empiezas a darle vueltas de porqué te suena mal y caes en la cuenta que lo típico a tu alrededor es acentuarla de forma esdrújula pero la pronuncias dos, tres veces en voz alta y ya te acostumbras a ella pero sigues pensando que la forma correcta de pronunciarla es como tú pensabas al principio.

Por supuesto intentas seguir la trama del capítulo pero la palabra aparece en tu cerebro dándose vueltas una y otra vez sabiendo que hasta que no satisfagas tu curiosidad no habrá forma que desaparezca y te deje en paz.

De ahí se deriva otro tipo de pensamientos como que lo verdaderamente importante de la palabra es que la "sufras" y que por una tonteria mínima como el pronunciarla bien ó mal está haciendo que ni veas la televisión y te quedes rumiando que estos días andas bastante bien de dicha cuestión pero es normal, desde hace una temporada te has fijado que dependiendo de ciertos días andas sin necesidad de pensar en ello porque aparece como por arte de magia.

Se termina el capítulo y vas a indagar cual es la verdadera forma de acentuarlo. Esdrújula ó llana? Ah, mira que sorpresa relativa, debes decirla tal y cómo has escuchado en la televisión pero y qué más da? yo con tenerla ya me sobra.

Y mañana otra ralladura de cerebro......eh? ummm, ya ya sé.... la palabra era: Libido.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Mis dibujos

De la infancia, por supuesto pero tambien del hoy y del futuro. La letra de las canciones nunca conseguía retenerlas más allá de dos días pero los recuerdos siempre quedan y hoy me apetecía mirar en mi pasado y rememorar tiempos lejanos que nada tienen que ver con lo que los niños de hoy en día van a guardar para sí.

He ido saltando de un dibujo a otro pero he tenido que parar porque cada vez mi lista era más grande y más larga. Por ahora, esto es lo que hay, empezando por un bonachón y su esposa...



Éstos mira que eran, se metían en cualquier lugar y en cualquier jaleo...



Todavía recuerdo el llavero que tenía de un par de ellos y que lo llevaba siempre conmigo...



Además de inteligente era práctico y el pobre doctor nunca se enteraba de nada hasta el final...



Donde esté la versión de los perros que se quite cualquiera protagonizada por seres humanos...



Con lo que me gustaban estos dibujos y los veía muy poco, nunca me enteraba de su horario y siempre terminaba delante del televisor viéndolos de casualidad...



Si no viajabas físicamente, él te enseñaba el mundo y las aventuras que podías vivir recorriéndolo...



Todos eran geniales y de cada uno me gustaba una cosa...



Estos dibujos los veía a la hora de la comida y si, iba repasando su historia y quedándome con lo que me enseñaban y desconocía...



La parejita, en fin, no podían ser más amorosos...



Qué decir de él? qué recuerdos...



Por supuesto, necesitaba ver a alguna traviesa a través del televisor para ver que no era tan malo hacer alguna diablura de vez en cuando, aunque hoy en día, si lo vuelves a ver, era de lo más inocente...



Me encantaban y aprendía un montón, en todas las versiones de los dibujos; eso sí, los protagonistas los mismos para identificar bien rápido quienes eran los buenos y quienes los malos...



Todos nos acordamos de sus competidores pero ellos también nos hicieron disfrutar...



Por supuesto, aquí están, quién no recuerda... ¡¡¡"Pechos fuera"!!!

sábado, 19 de septiembre de 2009

Recordar

Una de las funciones del cerebro del ser humano es la de recordar hechos pasados donde somos los protagonistas ó no de los mismos. Nos parece de lo más natural y normal que así sea aunque desconozcamos cuál es la forma en que puede llevar a cabo ésta y otras tareas que realiza habitualmente.

Únicamente empezamos a indagar cuando ocurren sucesos que todavía van más allá de lo cotidiano. Un ejemplo de ello es lo que le sucede a un niño llamado Cameron. A los dos años de nacer empezó a hablar de su familia, de sus padres, de sus hermanos, de su casa y de su vida. Hasta aquí todo normal, no? No. Lo diferente era que no hablaba de sus padres ó sus hermanos ó su casa "actual", hablaba de otras personas y otra vivienda.

Al principio no le hacían mucho caso pues los niños, niños son. Empezaron a darle importancia por los cambios que se producían en él cuando tenía esos recuerdos, cuando en el colegio los profesores les advirtieron que el niño se ponía triste y melancólico. Realmente se estaba volviendo algo importante para él y, consecuentemente, para su familia.

La madre empezó a moverse y a buscar personas que les pudieran ayudar. No paró hasta dar con el doctor Tucker, una persona especializada en reencarnaciones y en concreto estudioso de los casos que se dan en niños. Estuvo hablando con el niño largo y tendido y decidieron ir a buscar a su "familia". Su casa primigenia estaba a doscientos kilometros de la actual en la isla de Barra (Escocia) y para allá que se fueron Cameron, su madre y el doctor.

El resultado final? Por supuesto, era cierto todo lo que decía el niño y los recuerdos que tenía de hace sesenta años cuando vivió aquella vida se pudieron constatar de forma fehaciente.

Por qué él puede recordar su vida anterior? Por qué los demás no podemos? Acaso sólo algunas personas enlazan una vida con otra? Es un bucle esta vida donde cambia el envoltorio físico pero su interior no? Misterios de la vida que nos hace recordar una vez más que somos un grano de arena en un desierto inmenso.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Y aquel día

Me desperté con un objetivo en la mente. Había llegado el día y esperaba que fuera todo bien. La mañana estaba gris, sin apenas rastro de rayos de sol. El verano se iba alejando lentamente para dejar paso a un otoño envolvente de luces alertagadas en el ensueño de una nueva primavera.

Estaba indecisa, no sabía si desayunar ó no. Por una parte sabía que debía hacerlo pero por otra no creía que fuera tan buena idea: todas mis experiencias se juntan en ese punto y suficiente tenía con lidiar con ellas. Al final ganó la sensatez del cerebro y me tomé mi café con leche, sin azucar y con el humo suficiente saliendo de la taza para alcanzar mi sentido olfativo maravillándome como cada día ante su agradable olor.

Dirigí mis pasos al punto de encuentro y allí pude ver cuántos seríamos. Cuatro personas y dos profesores, dos chicos y dos chicas, casualmente cada pareja en un coche distinto. Nos montamos y condujo el profesor, suficiente teníamos con lo que nos tocaría después. Destino final: jefatura de tráfico. Allí esperar veinte minutos y cruzar dedos para ver que "amable" examinador nos había tocado en suerte.

Pasos que se acercan y mirada cautelosa. "Vaya! nos ha tocado Angel, ya sabemos por dónde nos va a meter el figura...". Hablan los profesores y él, nosotros de meros espectadores y el resultado es que comenzarán por el otro coche. Vemos a la chica sentarse en el asiento del conductor y empezar la marcha. Aparcamiento en bateria nada más salir, se podrá quejar pensabamos nosotros, anda que no es fácil y en ese sitio que cabe coche y medio... Continúa la marcha y nosotros detrás como corderitos. Dirección: la autovía. Pero bueno!!! qué examen es éste???? si le está llevando por todo lo fácil!!!

A la vuelta de la autovía vemos que paran debajo de uno de los puentes antes siquiera de entrar en la ciudad, y nosotros también, no nos quedaba más remedio. Vemos que se cambian de posición y ahora es el chico el que se empieza a examinar. Pero qué extraño, no se podían haber esperado a llegar a la ciudad?

El chico hace su recorrido, no hay ninguna señal que indique nada sobre su forma de conducir, todo parece normal y acabamos justo al lado de mi colegio, aquel donde me pasé mis buenos años con el uniforme de azul y las monjas de gris. Ya es casualidad, con la de lugares que hay y tengo que volver justamente a la calle que no he pisado en cinco años.

Bueno, quién se pone? - nos pregunta el profesor. Venga yo, qué más da - es mi respuesta. Se baja del coche el profesor para ir a hablar con los compañeros y mientras yo me montó en el asiento del conductor. Reglajes del asiento, espejos retrovisores interior y exteriores. Cinturón puesto. Todo bien, ahora a esperar a que vengan y que dios reparta suerte.

Pasan cinco minutos y empieza a chispear. Ya, bueno, lo que faltaba. Doy quince clases y cinco de propina por irme de pingoneo y no presentarme la semana anterior y en todo ese tiempo ha hecho buenísimo, no he tenido necesidad de utilizar los limpiaparabrisas y ni remota idea de cómo funcionan en este coche. Empezamos bien. Busco con prisa antes de que lleguen y me da tiempo a ver todas las marchas que tiene y el soniquete característico que se produce dependiendo de su velocidad. Controlado.

Se suben al coche y comienza el exámen. Cuando pueda gire a la izquierda. Ok, te apetece ir por calles estrechas. Cuando pueda gire a la derecha. Ummm, ganitas de llevarme por la vía del tren, no? Cuando pueda gire a la izquierda. Calles más estrechas no hay. Cuando pueda aparque. Vale, te apetece tocarme las narices no? Aparcar en linea y en rampa. La otra te ha desquiciado no? En fin, que quieres pagarlo conmigo. Le hago todo el trabajo y cuando ya voy a salir me viene uno bien deprisita y pasa pitándome con ganas. Será idiota, lo pienso yo y lo comenta el profesor. Ni siquiera había asomado el morro y el otro ya tenía ganas de darla. El examinador sin abrir la boca pero asintiendo.

Reanudo la marcha. Cuando pueda gire a la derecha. Volvemos a cruzar las vias. Cuando pueda gire a la izquierda. Seguimos el camino inverso de la ida. (calle alargada y con tramo por conducir). Cuando pueda gire a la izquierda. Uys, esta calle acaba en dos carriles y sé que me comentó el profesor que me debía poner en un carril para que luego no me equivocara al salir a la otra vía, pero no recuerdo cuál era!!. Venga me pondré en el de la izquierda. Semáforo en verde, continúo la marcha. Hala, ya sé qué carril era, el otro! Ahora tendré que girar por narices a la izquierda.

Todo esto pensándolo mientras me acerco a otro semáforo y me doy cuenta que se está poniendo en rojo. Paraaaa, y reduce a segunda que te catea el de atrás. Giro dirección la estación de tren y voy tranquila, corregí el error antes de tiempo. Estoy haciendo la rotonda a mi paso, como debe ser, y me pasa un taxi al lado echando pestes, pitos y de todo. Ahí ya, profesor y examinador llamándole de todo y comentando la jugada abiertamente. Pero qué bien se lo pasan... que me estoy examinando!! Se han juntado el hambre con las ganas de comer y yo mientras tanto, llevo media vida conduciendo y deseando acabar.

Se tranquilizan y siguen la marcha. Cuando pueda gire a la izquierda. Vale, ahora nos vamos a la facultad, simple giro a la izquierda precedido de un giro a una semirotonda a la derecha. Semáforo en verde, pasamos y... deje aqui el coche.

Se acaba mi exámen, ni me entero de lo que dice el examinador, si he aprobado ó no. Con las ganas que tenía de dejarlo, iba ya en mi mundo y me quedé con las ganas de saberlo no fuera que preguntara y el otro se mosqueara. Por si acaso, ya le preguntaría al profesor. Comienza mi compañero a conducir. Pasa por un paso de cebra y justo se gira el examinador y ve como un hombre está caminando por ese punto después de pasar nosotros. Pare aqui. Está suspendido. Wow, exámen más corto imposible, ni cien metros.

Dejamos al examinador en la jefatura de tráfico y nos vamos a nuestra autoescuela. Mi compañero se despide brevemente y yo me quedo hablando con el profesor. Le pregunto qué tal le ha ido al otro coche y me responde que ni fu ni fa. El chico aprobó y la chica, no; porque en la autovía no pasó de ir en tercera y a ochenta, asi que se cansó el examinador y por eso paramos en mitad de la nada. A saber cuándo aprobaría porque más sencillo que aquel día no lo tendría.

Nos vamos cada uno por su lado y llego a la puerta de casa, miro el reloj y veo que han pasado escasas dos horas desde que me fui. Abro la puerta y entro. Me mira mi madre en la cocina y me dice: qué, ya has suspendido no? Devolución de mirada seria y la respuesta: mujer, pero qué poco confías en mí. Por supuesto que he aprobado...jejej...

domingo, 6 de septiembre de 2009

Mañana de domingo

Te levantas de la cama y sin saber porqué te ronda una canción en la cabeza. La tarareas una y otra vez, aunque sólo te sepas una frase pero de la sintonía sí sabes más, así que no paras de volver a repetirla. Sabes que es una canción antigua con sus años de rodaje pero desconoces quién la canta ó cantaba y tampoco sabes su título.

Enciendes el ordenador y buscas de la única forma que te viene a la mente: escribes las cuatro palabras que conoces y esperas a ver si hay suerte, si te darán alguna alternativa que te lleve a ella. Ha sonado la campana, exactamente esas cuatro palabras que sabes son el título. Como ya andas más que curiosa, te pones a escucharla atentamente porque no recuerdas nada sólo el timbre de voz de quien canta y la dichosita frase.

Una vez que lees toda la letra porque en el video viene con subtitulos te quedas pensando. No tenías ni idea de que fuera de ese tema, es más, tu idea era otra diametralmente opuesta: romanticona, empalagosa, típica de años lejanos. Es curioso que asociemos la música a aquello que nos inspira y no a su letra. Otra conclusión a la que llego es que si en una canción que canta en mi idioma y que por ello, lo puedo entender perfectamente y aún así me formo mi propia temática, qué sucederá con aquellas que escucho en un idioma que no es mi lengua materna?

En fín, sé que por mucho que ahora conozca de que va esta canción, yo volveré a tararear esas cuatro palabras y seguiré desarrollando una historia en mi mente muy distinta a la realidad.