domingo, 28 de junio de 2009

De dónde vienes? Manzanas traigo...

Así exactamente es como me sentí ayer después de una conversación que, en principio, iba a ser bien interesante. Por lo menos eso era lo que yo consideraba, analizándola tranquilamente, llevando a cabo argumentos sin posibilidad de reclamo. Retrasando y retrasando el momento de hablar pues cuanto menos tiempo tuvieran de darle vueltas a la cabeza sería mucho mejor para mí.

Como algo de experiencia tenía en estos temas, sabría de la reacción y mi estrategia se basaría en contrarréplicas a los puntos y comas que se dirían. La verdad es que me daba igual lo que me fueran a decir porque haría lo que tenía en mente, sí ó sí, desde hace un par de meses pero no es agradable tener que pasar por esta situación.

Llegó el día y rumbo a casa a celebrar el cumpleaños del jefe con la familia y de paso, a comentarle una "cosita" de nada... Aparco y sale Despistado de casa con el enano. Éste todo cojo porque cuando llega el verano le toca siempre que se le meta una espiga entre dedo y dedo y aún así se quería subir en el coche sin siquiera terminar de parar. Empieza bien la cosa, primero se lo cuento a él y luego cuando suba el jefe ya seremos dos para hablarle. Su reacción fue, más ó menos, lo que me esperaba pero ahí se quedó todo.

Le oye llegar mi hermano y viene a la habitación para decirme: "ahí está, venga, cuéntale, cuéntale" y todo esto con una sonrisita en la cara. Pero que hermano tan simpático que tengo... Salgo a la cocina y... "oye, que te tengo que contar algo..."..."que me voy a por un vaso de agua" (eufemismo para no escribir a dónde me voy realmente) y su reacción? Mmm, vale, si tienes sed, pues vete a por el vaso de agua. Darse la vuelta e irse.

Ni preguntas de cómo será el agua, de quién me lo va a dar, de cómo es el vaso, de cuándo será, ni nada de nada. En fin, casi habría preferido que hubiera dado batalla porque te quedas con ganas de que suceda algo, tanto tiempo esperando para que luego vaya a ser así...

Por la tarde visita a mi madre para llevarle unas flores y ver cómo lo habían dejado todo, rezarle, hablar un poco con ella y pensar que ahora la echas mucho más de menos que cuando se fue. Y como el día fue un revuelto de emociones, la noche no iba a defraudar. Soñé con ella. Sus labios diciéndome "Te quiero", yo respondiéndole "Te quiero" y ella pidiéndome que la abrazara que todavía no se había ido...

Empieza la cuenta atrás...

martes, 23 de junio de 2009

El primer día, mañana.

Pasan los días uno detrás de otro sin pararte a fijarte en ellos pero por supuesto, el primer día llega. Y es mañana. No te apetece mucho, no te apetece nada. Este año ni piensas en este día ni en el tuyo ni en el del otro.

Recuerdo hace muchos años que en un día como éste coincidieron mi examen de Sociología con la celebración. Tenía fijada la hora para las cinco de la tarde, era tipo test y más valía que contestaras a todas las preguntas porque te daba igual: si contestabas mal ó no contestabas te restaban puntos. Era el último examen del curso y ya estaba cansada por lo que realmente me daba lo mismo si aprobaba ó no, por lo que a la hora de la comida no puse miramientos en nada.

En un recuento de las gotas de alcohol que recorrían mi cuerpo puedo hacer una lista tal que así:
- de primero mi vermut claro, el aperitivo no se podía tomar a palo seco.
- con la comida, vino de la tierra por supuesto, una botella y... entre dos podría decirse porque la jefa se mojaba apenas los labios.
- de postre mi cava; si, el mío, que tenía que ser uno determinado.
- y de contrapostre el whisky que me echaba en el postre alimenticio, es decir, en una tarta adecuada para ello.

Durante toda la comida la conversación derivaba por derroteros de toda índole incluyendo los sutiles comentarios de mi madre cuando se llegaba a la hora del cava: Mírala, pero qué borrachuza que eres... A lo que yo le respondía con una argumentación fuera de toda duda: Mira mama, si yo bebo es por tres motivos

1.- porque sé que a ti te hace daño el alcohol y si lo bebes luego te duele la cabeza
2.- porque como yo voy a heredar esos mismos dolores de cabeza tendré que beber y aprovechar ahora que puedo
3.- porque si no me lo bebo yo, se quedará ahi y luego se estropeará y para tirarlo...

He de decir que como era un hecho repetitivo en toda celebración a veces lo decía en voz alta y otras veces sólo la miraba, ponía cara picara, me empezara a reir con los ojos y ella caía, rendida a la evidencia y riéndose también.

Luego cogí el coche para ir a la facultad pensando en cambiar de itinerario no fuera que algún policía amable quisiera tenerme de charleta un rato, porque si me hubiera tocado soplar, el alcoholímetro habría registrado una marca record. Ah!, lo aprobé, quién sabe cómo pero el resultado fue positivo.

Y mañana, mañana no estará ella pero en mi mente sí lo estará. Comeremos coca, ésa que tanto le gustaba y que aunque no dijera nada... la chica la traerá, ella no se olvidará de comprarla... y beberemos cava y brindaré por ella porque hoy entiendo cuando ella en navidades se ponía triste porque ya no estaba el abuelo, y yo le echaba la "bronca" porque no podía estar triste ya que nosotros todavía seguíamos aquí. Por eso mismo, por esa misma razón, porque ella se lo merece, mañana tendré una sonrisa en mi cara y una lágrima en mi corazón.

domingo, 21 de junio de 2009

Io voglio...

jueves, 18 de junio de 2009

Ni más ni menos

A la semana le falta un día para comenzar el descanso deseado y durante las cuatro noches anteriores has dormido una media de cinco horas porque es llegar los dígitos del reloj al número cinco y tus ojos abrirse porque el cerebro decide que ya has dormido lo suficiente. Y hoy ha sucedido exactamente eso pero con una gran diferencia; has estado remoloneando en la cama escuchando la radio hasta las siete menos cuarto y te has levantado con un ánimo que tenías olvidado de hace mucho.

Lo notas en el cuerpo, lo notas en el ambiente, lo notas cuando te estás duchando y ves que ya no aguantas abrir el grifo del agua caliente, lo notas en el café con leche cuando decides que ya está bien, que el próximo será frio y cuanto más mejor. Andas tatareando una canción y recuerdas, recuerdas que hace demasiado tiempo que no estás asi, recuerdas cuando todos los días te levantabas con una canción diferente en la cabeza, canturreando, contagiando a todo el mundo que se cruzaba contigo, contando historias, riendo y haciendo reir y feliz, feliz por estar viva, por llevar a cabo tus obligaciones, porque lo mejor era respirar y ver pasar la vida.

Sales a la calle y vas andando porque aún cuando puedes coger el autobús ó ir en coche, te apetece caminar durante cuarenta minutos para llegar al lugar de encuentro. Tienes el pie derecho hecho fosfatina y por eso intentas caminar de forma cómoda y lo que consigues es que el músculo peroneo largo (si, qué pasa? lo he buscado porque me ha dado la mañanita y lo que te rondaré morena...) empiece a doler subiendo hasta la rodilla, con el agravante de que tengas que ir vigilando además de no perder la sandalia del pie izquierdo porque estás andando muy raro...

Y aún asi, vas sonriendo, pensando que debería haber un decreto ley por el cual la temperatura máxima en ciudades de interior no podría pasar de veinticinco grados y de veinte, en el caso de ciudades situadas en la costa. Es primera hora de la mañana, llevas una camisa negra y te pica el sol que da gusto!! pero es que es de manga corta y de gasa, no quieres ni pensar lo que sucederá a pleno mediodia y sigues sonriendo, contenta, alegre y tatareando.

Tengo tantas ganas de que sean todos los días asi, tengo tantas ganas de volver a ser yo, tengo tantas ganas de ver la vida como en aquella época, tengo tantas ganas de todo...

Por cierto, ésta es la canción que tocaba hoy y sí, estoy muy mal y se me va mucho la cabecita pero es genial porque ni recordaba cómo era esa sensación.

lunes, 15 de junio de 2009

Hoy no, dentro de diez años

Es lo que tiene que intenten meterte algo por los ojos que siendo como soy yo, le cojo ojeriza y hasta que no se pase esa sensación mejor dejarme en paz. Llevamos unos cuantos días que mire a donde mire se habla, en relación a una lectura, siempre del mismo libro y del mismo autor. Podrá ser magnífico, increible, interesante pero como no lo descubrí yo antes, como no hubo suerte para que lo encontrara de manera fortuita y sin que nadie me hablara de él, el resultado es que tendrá que pasar una década para que yo lo lea.

La parte positiva de todo esto es que me hizo recordar el verano de hace tres años. Las noches de calor insoportable donde el sueño no acompañaba y te dedicas a poner la tele para ver si, con suerte, el ruido consigue lo que es necesario para que tu cuerpo resista el día siguiente. Empiezas a cambiar de canal y te quedas en uno donde justamente están los prolegómenos de una película. Te empieza a enganchar y no sabes si es por el argumento, por los protagonistas ó porque es un largometraje que viene del norte de Europa.

Te gusta la sonoridad del nombre del protagonista: inspector Wallander ó quizás te guste más la hija policia que trabaja con él y aunque no es un peliculón, es lo suficientemente interesante para que te olvides de dormir, de que son las tres de la mañana y de cualquier otro inconveniente de poca monta... Durante ese mes hay repeticiones de la película pero también otras con el mismo personaje de protagonista y viendo su evolución tanto en su trabajo como en la relación con la hija.

Como tú no eres curiosa por naturaleza, no te enteras que son peliculas basadas en libros, en novela policiaca, que no lo ha escrito Henning Mankell y que tras un breve análisis de las películas sabes que los libros tienen que ser mucho mejores. Los días pasan y te es fácil recordar los datos para cuando vayas a buscar los libros y empaparte de una buena tarde de lectura pero, al fin, ocurre lo de siempre: si no lo apuntas, si están pensando en otros aspectos de tu vida, si no tienes un blog donde escribir un post sobre él...lo olvidas ó lo dejas relegado al fondo de tu mente.

"¿Quién mató a quién? A mí lo que me interesa es indagar qué ha pasado y por qué."

Un inspector de policia que no sólo se interesa por buscar al culpable sino que va más allá intentando averiguar lo que lleva a una persona a hacer lo que hizo y cómo lo hizo. Realmente debe ser un lujo adentrarse en las páginas que tiene como protagonista un hombre como éste y colarse en su mente como si fueras tú el analista de la situación.

Si os gustan este tipo de novelas y estais interesadas en ellas no os quedeis solamente con el autor que ahora está de "moda". Aqui teneis unos cuantos nombres:

1.- Maj Sjöwall y Per Wahlöö
2.- Arnardul Indridason
3.- Henning Mankell (sueco protagonista de este post)
4.- Jo Nesbo
5.- Karin Fossum
6.- Liza Marklund
7.- Khell Ola Dahl
8.- Anne Holt (ésta ya es bastante conocida por estos lares)
9.- Hakan Nesser
10.- Peter Hoeg (de este autor hicieron una pelicula de su libro "La señorita Smilla y su especial percepción de la nieve" por si alguna lo ha visto)

domingo, 14 de junio de 2009

Inconexiones coherentes

Andas aburrida sin saber qué hacer, no te apetece teclear delante de una pantalla, los canales de televisión son pésimos ni siquiera los específicos de documentales, películas ó deportivos echan nada que merezca la pena ver. Te fijas en la hora y piensas, bueno treinta minutos más y te vas a la cama a escuchar La Rosa de los Vientos. Hace tanto tiempo que no lo oyes que ya ni recuerdas la sintonía de inicio.

Te acuestas y un momento después de poner la radio, apagas la luz, cierras los ojos y...te quedas dormida. A las cinco horas escasas de sueño te despiertas con la sensación de que ya vale por esa noche, que no necesitas más y comienzas a recordar: otro programa que te pierdes pues aunque puedes escucharlo cuando quieras por internet, no es lo mismo. Tienes el cuerpo despierto y la mente en proceso de ello haciendo que te ronde por la cabeza todo lo que se te viene encima, tantas cosas que tienes pensado hacer y tantas cosas que no estás haciendo. El cerebro no para de hablar pero no sabes cómo, te vuelves a dormir.

Pasa otra hora y vuelves a la consciencia pero esta vez bastante diferente a cómo fue la anterior. Tu cuerpo te reclama, te duele el estómago y vuelta a las andadas. Se supone que si estás durmiendo no tienes ninguna preocupación, ningún nervio pero da igual, esas reglas no se respetan y el resultado es el estómago hecho polvo. Aparte empiezas a recordar lo que has soñado durante esos sesenta minutos y ya ni te extraña que andes así.

Rememoras en imágenes la infructuosa conversación que tu padre quiere tener contigo para solucionar papeles antes de que llegue el día clave. No os podeis entender porque en la habitación de al lado hay dos hombres hablando a voz en grito sobre la venta de la casa de al lado y por mucho que te acerques a tu padre, no le escuchas nada. Del tema de conversación de esos dos te enteras porque viene una chica que está a un metro de ti y te deja una nota donde te lo explica y no te habla porque sabe que no la vas a oir. Das un salto en el sueño y apareces al lado de un hombre que se dedica a comer mujeres e incluso dentro de esta situación te quedas pensando qué haces tú al lado de éste...

La explicación del sueño es bastante sencilla: Tengo que hablar con mi padre pero por ahora mejor no. La venta de la casa viene relacionado porque mis vecinos de abajo lo han vendido y llevan un mes haciendo obras en él. Y el canibal, bueno quiero escribir un post sobre este hombre ya que ví un documental sobre él bastante interesante.

En resumen que después de una noche así y teniendo mi estómago del revés, hoy toca pasarme el día arrastrándome de la cama al sofá y viceversa. Quiero que pase hoy, ya!!

jueves, 11 de junio de 2009

¿Realidad...

Miró el reloj cuando salía por la puerta de la oficina, lo tuvo que volver a mirar pero esta vez con ojos de sorprendida. No podía ser pero sí, las manecillas no engañaban, iba a llegar tarde muy tarde. Precisamente ese día, justo en el peor momento. Se había pasado toda la semana esperando a que llegara el viernes, contando las horas, los minutos y los segundos. El hecho de que le dijera que esa noche tenía una sorpresa para ella fue el punto inicial para que su curiosidad innata comenzara a martillearle la cabeza intentando por todos los medios que le dijera de qué se trataba, cual era el plan que se llevaba entre manos.

Las prisas no son buenas consejeras y se lo recordó a sí misma. Ella lo entendería, su trabajo conllevaba que no tuviera una hora exacta de salida y no era la primera vez que sucedía el querer terminar cuanto antes la faena y suceder un problema tras otro.

Abrió la puerta de casa y se fue directamente a la habitación, vió luz bajo la puerta del baño y se le escapó un suspiro de tranquilidad, todavía estaba arreglándose y no iba a tener que estar esperándola mientras se preparaba. Se dirigió al otro baño de la habitación y abrió el grifo del agua, en cinco minutos terminó de ducharse y lavarse el pelo. Salió por la puerta secándose con la toalla el cabello en busca de la ropa y alzó la vista: allí estaba, mirando por la ventana en una habitación en semipenumbra, de espaldas a ella.

Se acercó a ella sigilosamente, deleitándose con la imagen que tenía ante sí. A escasos centímetros de su cuerpo la fragancia que desprendía hacía que sus sentidos todavía se alteraran más. Sus manos se acercaron sin necesidad de darles indicación alguna y comenzaron a dibujar su contorno desde los tobillos subiendo lentamente por sus piernas, deslizándose por esa piel inmaculada, notando cómo no era impasible a sus movimientos. Ella no se movía, se dejaba hacer pero su cuerpo la traicionaba, estaba impasible pero sentía, claro que sentía.

A escasos centímetros de su cadera se detuvo, saboreando esa parte de su cuerpo únicamente con las manos, posadas allí sin moverse. Los ojos siguieron haciendo el recorrido, observando el vestido negro de tirantes que llevaba, la espalda semidesnuda, el cabello cayendo libremente por la misma. Volvió al inicio y lo que antes habían sido dedos ahora los sustituyó por sus labios. Fue subiendo lentamente, saboreando cada centímetro de su piel, por encima y por debajo del vestido, sintiendo cómo se estremecía su columna a medida que iba repasándola. Le retiró su pelo y llegó a la nuca, punto sensible en especial para ella. En ese momento sus manos le retiraron los tirantes, dejando que en el punto final de sus hombros hicieran su trabajo ellos solos. Y cayeron pero únicamente ellos ya que el vestido se quedó a medio camino habiendo sido parado en su descenso por dos islas en medio del océano...

Le dió la vuelta y la empujó suavemente hacia la cama, seguía sin decir nada, pero su mirada, sus ojos la traicionaban. Esta vez los labios se posaron primero en su cara, en su mejilla, en sus labios entreabiertos. Su lengua la incitaba, la perseguía, se retiraba, huía, era una lucha, un juego donde ninguna de las dos quería perder. Sus cuerpos se empezaron a mover pero todavía no, no quería y se separó escasos centímetros, lo justo para que siguiera notando el calor que desprendía, lo justo para que el cuerpo de ella le persiguiera y no lo alcanzara... Sus labios volvieron a tocarla, a descender por su mentón, por su cuello dirección a sus islas; y con su misma boca le fue desprendiendo el vestido, dejándola desprotegida, haciéndola sentir indefensa. Y siguió descendiendo, trazando pinceladas con su lengua.

Seguía sin decir nada, ninguna palabra salía de su boca, se pensaba que iba a ganar en ese juego particular pero estaba equivocada, ella conseguiría ganar esa batalla tan particular suya que siempre sucedía en cada guerra que empezaban.

Por fín la lengua llegó a sus labios, esos labios sensibles, excitantes y excitados, palpitantes e intranquilos, deseosos y deseados. La estrategia llegó a su punto culmen: ahora te rozo, ahora me retiro, voy por un lado pero acabo en otro, piensas que estoy aqui y aparezco más arriba. No lo puede resistir, no puede aguantar y ahí está, bandera blanca, batalla perdida, unos gemidos surgen desde lo más profundo de sí: ...mmmmmm....


...ó dulce locura?

lunes, 8 de junio de 2009

Mua, la Tigresa

LA PERSONALIDAD

En Oriente, el Tigre es símbolo de poder, pasión y osadía. Personaje rebelde, pintoresco, impone en todas partes reverencia y respeto. Este luchador intrépido y orgulloso es honrado como el signo que defiende a la casa y la familia de los tres desastres principales: el fuego, los ladrones y los fantasmas.

Es una suerte tener cerca a una persona de este signo (ya sabeis...), siempre que uno esté preparado para toda la actividad que acompaña a su personalidad dinámica. La impulsividad y vivacidad del Tigre son contagiosas (sip, pero luego ya os pasaré la factura), su energía y su amor por la vida estimulantes. Removerá en la gente toda clase de emociones, salvo la indiferencia. En una palabra: que al cautivante Tigre le encanta ser el centro de la atención.

Inquieto y temerario por naturaleza, el Tigre está, por lo común, impaciente por entrar en acción (el movimiento se demuestra andando). Sin embargo, dada su disposición desconfiada (yo desconfiada??), es fácil que titubee ó que tome decisiones apresuradas. Se le hace tan difícil confiar (confío en mí, no es suficiente?) en otros como controlar (contror, controrrrr) sus emociones. Cuando está alterado, necesita decir (ah, pero hablo?) lo que siente (y también siento?), pero así como es de irascible (ira? te estás equivocando..lalalala), también es sincero, afectuoso y generoso. Y, lo que es más importante, tiene un maravilloso sentido del humor (na, ni una miajina).

No hay Tigre que no tenga su rasgo que lo humanice (hombre, que tampoco soy tan bestia...). Adora a los bebés (tanto como adorar, será porque yo también soy bebe), los animales (sip, tengo al enano martirizado), el jazz ó cualquier cosa que durante el término de un momento pueda adueñarse de su imaginación (ante todo muuuucha imaginación...) y su atención. Cuando se compromete con algo, su compromiso es total (hasta el fondo). Todo, incluso respirar, pasa a segundo término ante el objeto de su adulación. Jamás asume a medias una empresa, y se puede estar seguro de que el Tigre se entregará en un cien por ciento (y donde estais pensando también, también...jejejejej), y más aún, si pudiera.

Los de tipo más sensual suelen hacer alguna incursión por la vida bohemia en su juventud, y hay algunos que jamás superan esta etapa (yo sigo en ella). Las intrépidas modelos en busca de amoríos en Paris, Los pintores en ciernes que exponen en las esquinas sus trabajos, las bandas de músicos aficionados de la callle, los cantantes pop de fugar trayectoria y los actores ambiciosos que viven de un presupuesto imposible: todos ellos es más probable que sean hijos del Tigre que hijos de la flor. Tal vez sea porque, aparte su optimismo, no es materialista ni vive pendiente de la seguridad (debería cambiar esa forma de pensar...mmmmmm...).

Es alguien que debe pasar en su vida por una etapa en la cual dé cauce a sus impulsos (si ya lo sabía yo, que me tengo que desfogar...) y represente todos los papeles fantásticos que ha ideado para sí. Necesita una oportunidad de burlarse de aquello que desaprueba, un momento en que pueda fustigar a la sociedad y hacer burla de las tradiciones esclavizantes (ya encontraré el momento oportuno para ello...). El Tigre necesita expresarse, encontrar su identidad y dar forma a su personalidad (la necesitooooo), y si la rebelión ó el abierto desafío de lo aceptado le ofrecen esa oportunidad, pues será ese el camino que emprenda. ¿Es que podríamos amarlo menos por estas imperfecciones, si es que se las puede tachar de tales? (ya sabeis, amadme niñas) No; nueve veces de cada diez nos encontraremos clamando por su éxito (bien, bien, asi me gusta, animándome hasta el final). Es posible que sacudamos la cabeza ante su audacia y que nos deje boquiabiertos lo insano de su osadía (qué va a ser insano...), pero de todas maneras, jamás nos olvidaremos de rezar por él una silenciosa plegaria y, cuando lo veamos triunfar (nunca dudeis de que voy a triunfar...), tendremos la cálida sensación de una victoria personal. (ok, pero eso no significa que os voy a pagar por vuestro trabajo de apoyo...)

Cuando el Tigre está descorazonado (pero yo tengo corazón???), necesita montones de sincero y concentrado afecto (quiero mimosssss). No es cuestión de preguntarse quién está en lo cierto y quién no, porque para él la lógica no es importante (normal, yo siempre tendré la razón, es tonteria que os pregunteis nada). Simplemente, no viene al caso. Si se trata de consolarlo, no te escatimes, porque si la situación se inviertiera, él haría el doble por ti (sip, lo haré). Le encantará oir tus palabras de sabiduría y estará pendiente de cada bondadoso consejo... lo cual no quiere decir que haya que seguirlo. Son dos cosas diferentes, ya lo sabes. (sasto, una cosa es escuchar y otra hacer caso...) Ser arbitrario con él nunca rinde. (no perdais el tiempo en eso...)

Lo mejor es que le tengas cogida la mano y lo dejes hablar hasta que se desahogue y pueda recoger todos los pedazos de su ego maltrecho. Entonces, te dará un beso, un abrazo (oye que yo soy arisca, que esas cosas no las hago...), y se irá, dejándote con la sensación de que hiciste tu buena obra del día. Después que haya terminado contigo, bueno... lo más probable es que se vaya a hacer exactamente lo que pensaba hacer desde el principio (pero si ya sabeis que siempre llevo la razón...).

Por más abatido y deprimido que lo veas, por más profunda que sea la desesperación en que se encuentre, ni por un momento creas que se dará por vencido (no, yo no me doy por vencida....). En su espíritu inextinguible quedará siempre una minúscula chispa capaz de reanimar el fuego y llevarlo nuevamente a vivir y amar (donde hubo fuego siempre quedarán brasas). Aunque tiene demasiada carga para confiar en él en momentos de estrés (mentira cochina), el Tigre se destaca por su capacidad para influir sobre la multitud (nop, eso no me lo creo). En su mejor aspecto, es cálido, sensible y compasivo; en el peor, se mostrará obstinado, irrazonable y egoísta. (uy, uy, uyyyy, cómo me conoce...)

La mujer Tigre es la más encantadora y radiante de las anfitrionas, capaz de combinar con total seguridad la vida hogareña y el compromiso social. Solícita, vibrante y de apariencia absolutamente ingenua (es que lo soy), es una gatita mimosa, pero sólo porque con esta actuación consigue buenas críticas. No por esto te burles de ella, ya que -por si las necesita- tiene siempre las garras afiladas (hay que estar siempre en alerta...).

Pendiente (juas!!) de la moda, liberada y de fácil expresión, a la Tigresa le gusta mimarse (mujer, y a quién no?), y es capaz de pasarse horas probándose nuevos peinados, maquillajes y vestidos (a ver, una cosa es mirar como estás mejor y otra perder el tiempo haciendo lo mismo cincuenta veces seguidas). Es de las que continuamente se lamentan de no tener nada que ponerse (pero si es que es verdad, no tengo de ná). En realidad, se encuentra tan cómoda con tejanos como con un modelo de alta costura. Si das un baile, los tendrá a todos continuamente deslumbrados. También con los niños es estupenda; les cuenta cuentos, les hace de mimo y se burla de sí misma, los deslumbra con su sonrisa (esto también con las no tan niñas...) y, principalmente se los gana para siempre alterando todas las reglas en favor de ellos (es que mis reglas son otras...). Si de ella depende, pueden comer caramelos antes de la cena, servirse doble ración de helado y quedarse hasta cualquier hora a ver su programa de televisión favorito (pues yo no lo veo nada raro). Por raro que parezca, sus hijos no son más malcriados que otros (mano de hierro en guante de seda). Aprenden bien sus lecciones, tal vez porque, tras haberles demostrado su amor, mamá Tigre se ocupa a conciencia de imponer el orden. Da importancia a los modales y, si los niños se portan bien, es sumamente generosa con las recompensas. Habrá multitud de picnics, paseos al zoológico y a los parques nacionales ó expediciones de pesca. Y veamos, ¿quién puede resistirse a eso? (yo nop)

Lo mismo que el Dragón y el Gallo, el nativo del Tigre tiene un ego de tamaña extra (a que va a tener razón la sudaquilla...). Si se siente herido en este nivel, el dinero, el poder y la fama no significarán nada para él (es que no significan nada). Un Tigre frustrado puede terminar siendo el matón más despreciable y mezquino con que hayas tropezado en tu vida (si hay que ser mala malota, lo mejor la númber one). Para vengarse llegará a cualquier extremo, aunque la casa se le venga encima (ya lo decía antes, cuando me pongo, me pongo). Aunque lo enfurezca un mínimo agravio, es posible que deje pasar cosas mucho más importantes sin decir nada. Recuerda, simplemente, que detesta que lo ignoren.

Paradójicamente, sus dos principales desventajas en la vida serán la precipitación por un lado y la indecisión por el otro. Si puede aprender a seguir el camino intermedio, el Tigre será un éxito clamoroso (claro si es que me tengo que decidir). En lo más profundo de sí, es un romántico (chitón, eso es secreto de sumario). Aunque juguetón, es al mismo tiempo apasionado y sentimental (a ver si no voy a poder ser las tres cosas a la vez), y enamorarse de un Tigre ó casarse (ni de coñaaaa) con él será toda una experiencia (ya sabeis niñas, que no lo digo yo...). Tanto hombres como mujeres tienden también a ser en extremo posesivos y a provocar peleas cuando están celosos (oye qué mania con lo de los celos...).

Es probable que el primer período de la vida del Tigre sea el mejor (vaya, y ahora me lo dices??). En estos años de formación se le puede enseñar a controlar firmemente las emociones explosivas que bien pueden ser su ruina. En su juventud y comienzos de la madurez, el Tigre estará absorto en la persecución del éxito y la concreción de sus sueños (ah vale, que todavia no he llegado a esta etapa), y puede tener una vejez calma si aprende a renunciar a estar en primera fila y a relajarse. Sin embargo, lograrlo le será difícil porque se verá acosado por la evocación agridulce de las cosas que hizo y que dejó de hacer (si es que no llego a todo, ains).

En general, tendrá una vida volátil, llena hasta los bordes de risas, lágrimas, dolor, regocijo, desesperación y todas las emociones concebibles. Si hay algo que jamás debe hacer es condolerse de sí mismo. No lo necesitará, tampoco; no puede menos que amar la vida si se le deja vivirla hasta el fondo y tal como él quiera. El Tigre es el esencial optimista, siempre dispuesto a pasar de nuevo a la ofensiva (ya veo, que no tengo termino medio en ná).

Puede llevarse bien con el Jabalí (es decir, las nacidas en 1971, 1983...). Sincero y bondadoso, el Jabalí-Cerdo, como también suele llamársele- será el complemento de los temerarios arrebatos (que de eso no uso...grrrr...)del Tigre y le prestará estabilidad y seguridad. El Tigre también andará muy bien con el Perro (1970), práctico y realista, cuya lealtad lo llevará a adherirse al Tigre (claro, arrimando el ascua a su sardina); además, el Perro no sólo es capaz de contener al Tigre, sino incluso de hacerlo razonar (y yo que pensaba que tenía ese sentido bien desarrollado...).

El Caballo (1978), pintoresco pero con sentido práctico, también será excelente compañero para el Tigre, ya que comparten el mismo amor por la vida (que no se diga que no somos sibaritas...) y gusto por la actividad. Pero el Caballo, vivaz y rápido, percibirá el peligro antes que el Tigre (ya me extraña que sea más rapido que yo), con su obstinación típica (mira que finamente me llamar terca...), de manera que este último se beneficiará enormemente de los sutiles reflejos y el sentido común de su compañero.

Las personas nacidas en el año de la Rata (1972), la Oveja (1979), el Gallo (1981) y el Tigre (1974) no tendrán dificultades para entenderse con este nativo. Lo único que el Tigre jamás debe hacer es desafiar la autoridad de alguien nacido en el año del Buey (1973). La personalidad seria e intransigente de éste no aguantará las veleidades del Tigre (veleidades dice...). En un enfrentamiento, los cuernos del Buey (cornudo tenía que ser) bien pueden ser la muerte del Tigre. Tampoco es aconsejable la unión entre Tigre y Serpiente (1977). Lo único que estos dos signos tienen en común es su naturaleza desconfiada. Pero la Serpiente es silenciosa, calma y mortífera con sus recelos (en resumen, un malaje y con lo santa que soy yo), en tanto que el Tigre los proclamará a voz en cuello (es que yo no voy por la espalda como algunas...). Entre ellos no habrá armonía (normal, no me gusta estar todo el dia mirando para atrás).

Y por fín, aunque no menos importante, hay que tener en cuenta que el Mono (1980) será el más sutil enemigo del Tigre. Ingenioso y payasesco, no se cansará jamás de burlarse de él (mira tú que listillo), hasta que el irascible Tigre termine perdiendo los estribos (a ver quién es la guapa que se mantiene paciente...) y quedando como un tonto. La insidia sin par del Mono es demasiado para él y, en el contacto recíproco, el que sufra será el Tigre (eso si que no, que sufra quien yo te diga...).

Total, que las que seais de esos signos tan agradables para mí, ya sabeis....cuidadín, cuidadín...jejejje.... Ayyss... este post vale lo menos por diez de los normales. Si habeis llegado hasta aquí os tendre que pagar una cena...jajajajajajj

domingo, 7 de junio de 2009

Querida Amiga

Hace tiempo que nos conocemos, mucho tiempo, más de veinte años y todavía recuerdo la primera vez que no encontramos: una mañana de un soleado sábado de noviembre. Viniste sin avisar pero sabía que un día u otro te conocería. Los comienzos fueron complicados, molestos pues no sabía cómo tratarte y siempre andaba pensando en qué estarías haciendo mientras yo no miraba; pero a medida que pasaba el tiempo todo se normalizó y las veces que coincidíamos era un hecho sin más pretensión que el de decir no te olvides de mí que yo siempre me acuerdo de ti.

Siempre has sido muy cumplidora y la regularidad en decirme hola una de tus principales características. Sólo hubo una vez que estando enfadada conmigo ni me saludabas pero debes reconocer que si te marqué limites es porque era bueno para mi. Al final recapacitaste y entendiste que era mejor que nos llevaramos bien las dos de nuevo. Lo único que varió es que ya no tardabas ese tiempo en aparecer en mi vida, quisiste acortarlo y aunque en principio no me pareció buena idea, lo acepté pensando que ya reconducirías la situación.

Llega esta época del año viendo que me vas a hacer lo mismo de siempre. Empiezas a remolonear, te da pereza saludarme, lo vas alargando y alargando para estar en ese día donde cambio de calendario. Espero que mañana ó pasado, lo más tardar, vengas a saludar porque te digo en serio: no hace falta que estés en mi cumpleaños, que me doy por felicitaba, que yo te quiero mucho y no me molestas pero por una vez no va a pasar nada, que si quieres volver a la rutina de antes me parece muy bien pero empieza en agosto por ejemplo.

Esta carta que te escribo lo hago con cariño y amor porque el día que me faltes te voy a echar terriblemente de menos y tú eres la única que sabe cómo controlarme, cómo llevarme y cómo hacer para que disfrute de la vida plenamente.

En fín, espero que te llegue pronto a tu dirección y me envíes la respuesta que deseo... Un beso, rojilla.

viernes, 5 de junio de 2009

Palabras con doble dirección

No le está permitido mirar. No le está permitido tocar. No le está permitido hablar. No le está permitido decir. No le está permitido opinar. No le está permitido suspirar. No le está permitido respirar. No le está permitido pensar. No le está permitido nada. Ha nacido para obedecer. Es inferior a él y por tanto cualquier atisbo de vida propia es zanjada de raíz.

Ante cualquier movimiento, ante el más mínimo intento de ser persona el resultado no se hace esperar. Al principio la contestación será verbal pero ésta tiene un límite escaso: él no está para perder el tiempo en tonterias, obedeces ó te llegará el palo. Y quién es él? No hay uno fijo pero a lo largo de su vida siempre habrá un "él": el padre, los hermanos, los primos, los tios, el marido...

Al nacer no sabe lo que le espera, sus primeros años los considera félices entrecomillas, siempre pensando que lo podría ser más todavía pero sin quejarse porque es lo único que ha conocido y por lo tanto, lo ve normal. Pero el miedo empieza a entrar en su cuerpo, las primeras bofetadas dan paso a las primeras palizas y cada vez entiende menos los motivos. Sencillamente no hay motivos, nunca los hubo en realidad pero eso es lo de menos. Su cuerpo se endurece mientras su mente se resquebraja.

Y llega el día, ese fatídico día donde respira por última vez gracias a la enésima paliza del hermano. La razón? Muy sencilla: elegir como futuro esposo al hombre equivoco a ojos de su familia. Tendrá castigo el hermano? No, claro que no. Su honor y el de su familia fue mancillado y para resarcirlo había que matar a la hermana. Ahora camino orgulloso por las calles, todos saben lo que ha hecho, justicia incluida, pero no tiene miedo. En su pais, en su ciudad, en su casa, ésa cultura es la que manda y eso significa que ha hecho bien, que estaba en su derecho.

Honor, crimen. Dos palabras que unidas son una contradicción. Para él siguen una dirección pero para mí, para mí otra muy distinta.

martes, 2 de junio de 2009

La práctica de la teoría

La teoría nos dice, nos cuenta, nos aconseja, que no siempre es bueno meter las manos y por ende, los dedos en todas partes. Esta mano en principio se la ve normal si no fuera porque está ligeramente hinchada y donde más se nota es en los dedos. A simple vista y si pasamos la mirada sin dejarla un mínimo instante de reconocimiento se nos pasará por alto cualquier irregularidad que pudiera existir. Y para demostrarlo hay una segunda versión de la misma, hecha en el mismo sitio, con la misma cámara pero en diferente posición por supuesto.




Ahí está. La señal. La consecuencia de andar por donde no debía. Aunque si te paras a pensarlo...mmm... no será la marca del diablo que por un despiste ha dejado que se vea?


Interrogantes absurdos:
- esa señal es de la coz del diablo ó de un seis camuflado?
- por qué en una de las fotos funcionó el flash y en la otra aunque funcionó parece que está hecha en los calabozos de la policia?
- por qué la uña del meñique parece sucia cuando estaban todas muy limpias?
- por qué parece una mano de ese tamaño cuando siempre dicen que son pequeñas?
- qué hago subiendo fotos yo, cuando siempre he dicho que no me gustan?

.... lo que hace el aburrimiento y los calores...

P.d.1 Vecina ya no te puedes quejar de que no me conoces y mucho menos picarme con frasecitas...

P.d.2 Para las lumbreras como la renacuaja, aclararé que si pinchais sobre la foto se os ampliará, se hará enorme y podreis ver la señal.... (aysss, lo que hay que aguantar con las ranitas verdes..)